En octubre de 2016, hace ahora exactamente cinco años, la Xunta adjudicaba al arquitecto Alfonso Penela la rehabilitación del antiguo Xeral, el hospital que llevaba ya un tiempo cerrado y sin ninguna utilidad, para su transformación en la Cidade da Xustiza, dando uso al complejo y al mismo tiempo solventando dos problemas: la falta de espacio para juzgados y la caída en picado de los negocios del entorno de Pizarro.
El plazo era de tres años a partir de ese momento y 25 millones de presupuesto. Ambas premisas se han superado de largo (42 millones es la última cuenta de la reforma, al incluir añadidos y la demolición de edificios que iban a salvarse) pero el edificio está listo al fin para su entrega y el inicio de la mudanza, recuperando buena partea de la imagen original del hospital.
Según señalaron fuentes del Gobierno gallego, esta semana el grado de ejecución alcanzó exactamente el 97,81 por ciento, según la certificación de obra, y la previsión es que antes de fin de mes esté todo terminado y listo para su entrega.
A partir de entonces comenzará la mudanza, que se iniciará en diciembre y duraría unos seis meses para el traslado de 38 unidades y 500 trabajadores públicos. Las expectativas son poder solicitar la licencia de ocupación y antes de final de año comenzar la mudanza, a un ritmo de dos juzgados por semana. Por partes las distintas partes de la reconstrucción del antiguo Xeral se encuentra de la siguiente forma:
-Guardería: los trabajos están totalmente finalizados en su interior.
-Salas de vistas: lo más importante de todo el conjunto. En las plantas 1 y 3 se están ejecutando las instalaciones de las salas de vistas, así como las subestructuras metálicas y cerramientos que permitirán dar forma a las diferentes salas. Los pavimentos de hormigón pulido están ejecutados, quedando pendiente el inicio de la tarima de los estrados. En las zonas comunes continúan los trabajos de panelados. Casi todo listo.
-Ascensores y escaleras mecánicas. Es lo que va más retrasado de todo el proceso. De los 16 ascensores del complejo y las dos escaleras mecánicas, se ha finalizado la instalación de ocho elevadores y otros cinco están al 80 por ciento de ejecución, quedando pendiente el inicio de la instalación de tres ascensores de menos alturas. Las escaleras mecánicas se encuentran en cambio completamente instaladas.
-Plaza exterior. La plaza Miguel Ángel Blanco, que así se llamará oficialmente por acuerdo de la Corporación municipal, será la última pieza por concluir. El proceso también está en marcha y avanzado.
Sobre las causas que han llevado a que la obra se alargará mucho más de lo esperado, el propio Alfonso Penela aseguró que los trabajos han tenido “múltiples avatares”. Entre ellos destacó que “la estructura estaba peor de lo que esperábamos, la pandemia que nos obligó a reorganizar el trabajo creando burbujas y ahora la falta de suministros que también ha modificado los planes”. Comparó la situación actual con determinados materiales con la crisis de los microchips y eso “cuando ahora íbamos como una moto”.
“LA MAYOR OBRA”
Por su parte, la delegada de la Administración gallega en Vigo, Marta Fernández-Tapias, subrayó que “estamos a punto de entregar a la ciudad y a la judicatura viguesa la mayor infraestructura judicial construida por la Xunta, la mejor del noroeste peninsular. Es sin lugar a dudas la gran obra del Gobierno gallego en Vigo en esta legislatura”, señaló.
“Es una obra muy compleja, con la que recuperamos uno de los edificios más emblemáticos de Vigo, todo un icono para nuestra ciudad”, apuntó. También se refirió a las visitas y a la expectación por conocer la Cidade da Xustiza: “Seguimos desbordados con las solicitudes de visitas. Hemos tenido que ampliar el programa de las jornadas de puertas abiertas para responder a todos y ya superamos las 700 personas que la han podido conocer. Todo un éxito, la verdad, lo que demuestra lo acertada que fue esta iniciativa. La gente se va encantada”.
