Tras conocerse que un carballo bicentenario situado en el bosque del Banquete de Conxo en Santiago de Compostela competirá junto a otras diez candidaturas por el reconocimiento de Árbol Europeo del año 2022, los vigueses sacan pecho y reivindican la importancia del olivo de Vigo. Y es que este árbol es todo un símbolo para la ciudad 'olívica', marcando incluso el nombre por el que se conoce a la ciudad.
Según las últimas evaluaciones, el olivo del Paseo de Alfonso XII estaría cerca de cumplir los 200 años. En concreto, rondaría los 177 años de edad. Todo un 'abuelo' para los habitantes de Vigo.
Sin embargo, la historia de este árbol viene de mucho más lejos. Ya que es 'descendiente' de otro olivo. Su 'padre' fue plantado en el atrio de la iglesia de la Colegiata de Santa María de Vigo. Todo ello en tiempos de los Caballeros monjes Templarios, cuando estos regían la feligresía. Allá por el siglo XII.
El olivo a lo largo de los años
Al ser derribado dicho olivo, Manuel Ángel Pereyra, que era administrador de la Aduana e hijo político del alcalde Cayetano Parada y Pérez de Limia, recogió una de sus ramas. Esta la plantó en el huerto de su casa, delante de la Puerta del Sol.
Allí arraigó y creció hasta que el desarrollo de la ciudad lo hizo desaparecer. No sin antes ser plantado de nuevo en el Paseo de Alfonso XII por sus descendientes. Allí todavía puede verse en la actualidad. Una bonita forma para que no se perdiese la vigorosa estirpe de aquel simbólico árbol de la tradición viguesa.
En su nuevo emplazamiento, el olivo fue protegido con una verja de hierro. Donde fue colocada una placa de bronce acreditando la promesa que ante él hicieron los vigueses de “amor, lealtad y abnegación por la ciudad”, en agosto de 1932.
Más árboles "senlleiros" de Vigo
Sin embargo, el olivo de Vigo no es el único árbol histórico de la ciudad. La Guía de Árboles Senlleiras de Galicia incluye al menos siete ejemplares arraizados en Vigo.
Cuatro se encuentran en Castrelos: el camelio Matusalén, los eucaliptos, los tulipanes de Virginia y las hayas. También las casuarias de la Alameda, el ombú de O Castro y el famoso olivo de Vigo.
