¿Cuántas cámaras vigilan el tráfico en Vigo?

Las cámaras se sitúan de manera estratñegica, muchas veces aprovechando las instalaciones semafóricas.
photo_camera Las cámaras se sitúan de manera estratñegica, muchas veces aprovechando las instalaciones semafóricas.
Más de la mitad de ellas se sitúan en los seis túneles del centro urbano que son monotorizados desde la sala de control situada en Praza do Rei

Vigo es una gran ciudad que, por naturaleza, registra un tráfico rodado intenso. Sin llegar a los 52.000 coches que entraron en la ciudad durante una jornada en las pasada Navidades, el flujo circulatorio en la urbe en días laborables y fuera de la época de verano es más que importante. Por eso, la vigilancia en las principales vías es una de las tareas principales encomendadas a los técnicos que día a día trabajan en la sala de control del Concello. 

 

 

En total, los conductores vigueses son enfocados por 136 cámaras a lo largo y ancho de la ciudad. El mayor número de ellas se concentran en los túneles, donde se sitúan el 56% de ellas. Por el resto de la urbe se reparten 59. Camelias, López Mora, Pi y Margall, Gran Vía, Beiramar, Venezuela, Paseo de Alfonso, Castrelos, Pizarro, Colón, Policarpo Sanz, Urzáiz, Castelao, Avenida de Madrid, Vía Norte, Florida, Balaídos, Montero Ríos,  Portanet, García Barbón, Gregorio Espino, Tomás Paredes, Travesía de Vigo, Areal, García Barbón, Martínez Garrido, Aragón, Sanjurjo Badía, Avenida Europa, Hospital Álvaro Cunqueiro, aeropuerto y las principales plazas. Todos estos puntos neurálgicos tienen ojos vigilantes para denotar cualquier problema, principalmente, con el tráfico.

Los túneles concitan gran parte de las cámaras, con cuatro bajo el radar de la sala de control del Concello. Por un lado, la línea de circulación que conformar los túneles de Beiramar, Areal y Fomento (el de conexión con la autopista en Isaac Peral). Los dos primeros cuentan con una veintena de aparatos de control de imagen, mientras que el tercero agrupa siete.

La cifra se dispara en otros túneles que no cuentan con mantenimiento del propio Concello. Son los casos de Bouzas y Valladares, ambos en la VG-20, que cuentan con 23 y 8 cámaras, respectivamente. Pero la palma se la lleva el nuevo de Lepanto, de conexión con la AP-9 y actualmente cerrado, que tiene nada menos que 19.

Vigo, por lo tanto, soporta un tráfico intenso pero lo hace con vigilancia remota que facilita la intervención en casos de necesidad. En la sala de control del Concello manejan los protocolos necesarios para poner en alerta los servicios de seguridad y sanitarios.

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