La crisis de la natalidad de Vigo golpea a los centros escolares concertados

Imagen de archivo de alumnos de un colegio concertado de Vigo.
photo_camera Imagen de archivo de alumnos de un colegio concertado de Vigo.
Han cerrado ya 13 aulas de colegios en los últimos cinco años. Los directores admiten que han “tocado fondo” en número de plazas y temen que vaya a peor ante la caída demográfica cada vez más severa que sufre la ciudad

La crisis de natalidad en la que está inmersa Vigo no sólo afecta a los colegios públicos, que en los últimos años han ido aumentando considerablemente el número de vacantes en 4º de Educación Infantil (3 años) hasta llegar a las 1.500 y que ha llevado a los centros a dejar de baremar porque apenas ninguno es capaz de llenar sus aulas. Los colegios concertados, que en Vigo suman aproximadamente la mitad de la oferta educativa, comienzan también a sufrir los efectos de la baja natalidad. 

 

 

El último concierto educativo, publicado en 2017 por la Consellería de Educación, daba a los 46 colegios concertados de la ciudad un total de 845 aulas de Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En este lapso de tiempo, los 46 se han convertido en 45 al haberse fusionado los colegios de Las Acacias y Montecastelo en verano de 2019. Pero, lo más relevante, es que durante estos cinco años, cada verano se revisaron estos conciertos y siempre resultó en la pérdida de una o varias unidades educativas, sumando 13 aulas perdidas en total: 8 de Educación Infantil, 4 de Educación Primaria y 1 de ESO. Esta convocatoria expira al término de este mismo curso, un momento muy delicado a nivel de natalidad en el que la ciudad ha vuelto a registrar un récord negativo de nacimientos, por lo que la expectativa de cara al nuevo concierto, para el que los centros ya han enviado sus solicitudes, es que se pierdan todavía más plazas.

Así lo expresa Juan Lemos, responsable en Galicia de la Federación de Enseñanza de la USO (Unión Sindical Obrera), quien lamenta que “sólo en la provincia de Pontevedra el año pasado se cerraron 17 aulas y este curso probablemente vaya a peor”. Si bien las que más sufrían eran las unidades educativas de Infantil, Lemos vaticina que pronto la ‘sangría’ llegará a las de Primaria, pues “a nivel gallego en el último curso de Infantil había unos 5.300 alumnos mientras que en el primero de Primaria, unos 5.600”. Esta pronunciada diferencia entre cursos consecutivos lleva a pensar a los responsables de las concertadas que comenzarán a perder aulas de Primaria poco a poco. “Y el problema principal es que si te eliminan una línea es muy complicado recuperarla aunque logres aumentar el alumnado”, apostilla Lemos. 

José Manuel Rodríguez Lago, director de Las Acacias-Montecastelo y presidente provincial de la Federación Autonómica de Centros de Ensino Privado (CECE), admite que los colegios concertados “hemos tocado fondo” en cuanto al número de plazas, esto es, ahora mismo trabajan con el número mínimo de aulas posible. De este modo, asegura que “hay un compromiso por parte de la Consellería de Educación de no cerrar unidades concertadas este año, salvo que alguna se quede sin alumnos”. Además, apunta que este tipo de medidas se deben tomar guardando cierta equidad entre la educación pública y la concertada, pues “este problema lo sufrimos todos”.

Bajar las ratios y conceder jubilaciones parciales para evitar que colapse el empleo

Si la crisis de natalidad continúa imparable y los colegios concertados siguen cerrando aulas, el problema para estos centros pasará a focalizarse en el empleo, pues muchos docentes perderían su trabajo de un año a otro con cada vez menos posibilidades de reubicarse en otro colegio. Ante esto, los sindicatos exigen medidas para atajar este problema mucho antes de que sea grave y estructural.

“Lo primero y más fácil sería bajar las ratios de las aulas”, apunta Juan Lemos, de FeUSO. “Ahora mismo estamos con aulas de 25 alumnos en Infantil y Primaria y con bajar estas ratios aliviaría mucho el problema que nos crea la bajan natalidad”. Otra de las soluciones propuestas es la concesión de jubilaciones parciales, pues cuando un centro pierde una línea, el profesorado que tiene que dejar el colegio es el que menos tiempo lleva. Con esta medida, reduciendo la carga lectiva de los más veteranos, se podrían mantener estos puestos de trabajo que de otra forma sería imposible conservar.

“La capacidad de contratación de los centros concertados es muy limitada”, indica Lemos, pues los ingresos de estos, por lo general, se limitan al concierto educativo de la Xunta. Es por eso que, si la Consellería continúa retirando líneas a los colegios, el cuerpo docente seguirá disminuyendo.

Por su parte, José Manuel Rodríguez Lago cree que se ha llegado al ‘valle’ de la crisis de natalidad porque “no puede ser que perdamos unos 1.000 alumnos todos los años”. Aunque se confiesa “optimista” sobre este hecho, afirma que si la natalidad continúa descendiendo el problema será mucho más serio y “afectará a muchos más sectores que la educación”.

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