Crecen los túneles de Beiramar con 1,1 millones de coches

Salida del túnel de Beiramar a la altura de Cánovas del Castillo y O Berbés.
photo_camera Salida del túnel de Beiramar a la altura de Cánovas del Castillo y O Berbés.
Los túneles del eje de Beiramar superan los 1,1 millones de vehículos al mes y sigue creciendo el tráfico del subterráneo, acercándose al nivel de saturación

El cierre de calles, en unos casos de forma casi definitiva (el eje de Policarpo Sanz-Paseo de Alfonso) y en otros provisional (Lepanto, Gran Vía y aledaños durante las obras) ha concentrado el tráfico en los túneles de Beiramar, que se han convertido en la “autopista interior”, batiendo mes a  mes sus récords de movimiento. En el último cómputo realizado por los responsables municipales ha superado los 1,1 millones de coches en la suma de los dos sentidos, hacia Areal o Berbés, muy por encima de cualquier otro vial de la ciudad. Y la tendencia al alza no va a bajar, sino al contrario, al haberse convertido en la vía prácticamente única hacia la autopista, Bouzas o Teis e incluso Areal.

La media se situaba hasta ahora en torno a 800.000 vehículos, con picos que superaban dicha cifra, pero en septiembre se han superado todas las marcas. ¿Hasta dónde puede absorber tráfico el túnel construido en el programa Abrir Vigo al Mar? Cuando se diseñó, por el arquitecto Marcos Pantaleón, se planteaba como un subterráneo más corto y con menor movilidad, aunque finalmente una intervención de última hora del ya fallecido concejal Agustín Arca permitió que tuviera dos carriles por dirección, estimándose que podría recibir hasta 15.000 coches por día y sentido, que así dejaban libre la superficie para su peatonalización, como en efecto se hizo con éxito. Más adelante se extendió hasta enlazar directamente con la autopista, lo que multiplicó su uso, hasta la actualidad. 

El año pasado, el túnel central de Vigo tuvo una intensidad diaria media de 34.000 vehículos, pero en 2022 ha vuelto a crecer hasta más de 36.000, a un ritmo en torno al ocho por ciento anual. Todavía hay margen, aunque el riesgo de saturación está cada vez más cerca a medida que se superen los 40.000 al día, que sería el límite de su viabilidad. Lo que parece cada vez más próximo.

El resto de túneles de Vigo, en cambio, presentan cifras mucho más acordes con la realidad del tráfico urbano, sin grandes variaciones. Es el caso de plaza de América, que mantiene una media muy estabilizada, en torno a 5.000 vehículos al día por sentido en el eje Camelias-Castelao y algo más, en torno a 7.000, en el trayecto desde Coia hacia Gran Vía, que va creciendo. En general, todos los demás movimientos subterráneos, en plaza de España, Travesía, Gregorio Espino-Travesía o Martínez Garrido, se encuentran en el umbral de los 6.000 a 7.000 unidades por día y sentido, sin grandes cambios, dentro de las estimaciones realizadas cuando se construyeron, la mayoría a finales de los años ochenta y principios de los noventa, como también es el caso de Beiramar. El de Porta do Sol-Torrecedeira sería el primero del siglo XXI con Lepanto, que se abre en unos días.

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