Vigo

El coste de la energía fuerza a la industria viguesa ya a parar turnos

El precio de la energía supone hasta siete veces más que hace un año y medio para la industria.
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Las empresas reducen producción y renuncian a proyectos porque no son rentables

Los altos costes de la energía están estrangulando a toda la industria gallega, que tiene el núcleo duro de la actividad en Vigo y su área, y algunas empresas se han visto forzadas a parar turnos de trabajo e incluso a renunciar a proyectos. Así lo asegura la patronal metalúrgica de Galicia, Asime, que califica la situación de “dramática” y advierte de que “no podrán seguir así mucho tiempo”. “Muchas compañías no pueden asumir los costes y se está lastrando la competitividad del tejido empresarial”, argumenta Enrique Mallón, secretario general de la patronal.

Hasta ahora la industria “ha ido aguantando como podía, capeando el temporal, pero muchas se están viendo forzadas a suspender turnos y otras no pueden asumir proyectos porque los números no salen, no es rentable”, indica el portavoz de Asime que transmite la gran preocupación que hay en toda la industria ante los precios de la energía, “siete, ocho o incluso nueve veces más que hace 18 meses”. “Es necesario cambios en las regulaciones de manera urgente y que las ayudas anunciadas para las familias, que nos parecen muy bien, lleguen también a las empresas”.

En Galicia hay un gran número de empresas electrointensivas en actividades como la automoción, fabricación de maquinaria, aluminio o metalmecánica que son grandes consumidores de energía y que tienen otro frente abierto que afecta a su producción, la falta de materias primas y los problemas de suministro por el colapso a nivel mundial.

El caso más claro lo encontramos en la mayor fábrica automovilística de España, Stellantis Vigo, que sufre desde del año pasado la crisis de los microchips. La escasez de aprovisionamiento de semiconductores provocó numerosas paradas de producción y la suspensión del turno de fin de semana desde el mes de marzo que no prevé reanudarse hasta, por lo menos, principios de 2023. Serían 700 trabajadores en cada línea, 1.400 en total los sábados y domingos. 

Por otra parte, la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) también hace un llamamiento a la Administración, a la Xunta, para que favorezca la inversión empresarial con “una política fiscal moderada”. La patronal considera que esta medida ayudaría a “mantener la actividad económica pese a las dificultades derivadas de la situación internacional”.

Stellantis Vigo afronta una recta final del año muy incierta

Quedan apenas dos meses para que finalice el año y Stellantis Vigo afronta este periodo con mucha incertidumbre. La industria auxiliar de la automoción también porque la crisis de los microchips persiste y la sombra de la recesión sobrevuela sobre Europa. 

Todo el sector tiene aprobados expedientes de regulación de empleo temporales (ERTES) hasta el 31 de diciembre y podrían extenderse más allá de esa fecha si los problemas de suministro de componentes persisten. Por lo pronto, este fin de semana la factoría de Balaídos volvió a suspender actividad por la falta de microchips y no tuvo actividad el domingo en ninguno de los dos turnos. El equipo de fin de semana lleva suspendido desde el pasado mes de marzo (por la crisis de los semiconductores), pero la empresa programa producción con voluntarios y veladas para recuperar coches que se dejaron de fabricar. En 2021 fueron más de 110.000 vehículos los que no pudo ensamblar por la escasez de componentes y en lo que va de año ya superaría los 100.000, por lo que el objetivo de batir récord de producción en 2022 está muy comprometido.

 Aun así la planta está en su máxima capacidad productiva a un ritmo de 2.300 coches diarios de lunes a viernes por la buena respuesta que tienen en el mercado los modelos que fabrica, las furgonetas, el todocamino Peugeot 2008 y también los sedanes.

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