El gerente del área sanitaria, Julio García Comesaña, señala que el Plan de Contingencia frente al Covid-19 del Complejo Hospitalario Vigués sigue vigente y está “engrasado” para lo que pueda venir.
¿Considera que estamos en el inicio de una segunda ola?
De momento entendemos que no, pero por lo que vemos en el entorno estamos pensando en extremar medidas como la de permitir un acompañante por paciente, algo que es de sentido común y que se había relajado un poco, e insistir en que pacientes y acompañantes lleven mascarilla en el hospital. Nosotros tenemos todo el mecanismo engrasado y funcionando, tanto en Urgencias como en los servicios Covid de planta con su refuerzo si fuera necesario y en la UCI. Cada día hay sospechas y se manejan como si fueran Covid mientras no se tenga el resutado de la prueba.
¿Hay una tasa de contagio a partir de la cual se disparan las alarmas?
No, en el hospital está todo rodado. Depende más de las circunstancias de cada unidad que de la tasa de contagios. Estos días con el positivo de una paciente en planta tuvimos que aislar a trabajadores. Que te falten de repente 8 enfermeras en verano, cuando no hay enfermeras para contratar en las listas, hace que tengamos que recurrir a medidas extraordinarias.
¿Cómo solucionaron esas bajas?
Adecuamos la capacidad de la unidad, la hemos reducido para que fueran necesarios menos trabajadores y reubicamos los pacientes que sobrepasaban ese nivel de ocupación en otras plantas en las que había sitio. Dejamos la plantilla correspondiente a media planta. Eso se puede hacer mientras no haya problemas de camas.
A raíz de ese caso, un sindicato propuso que se hiciesen pruebas PCR a todos los pacientes que ingresen en el hospital.
Habría que estudiarlo, porque ¿cuántas veces habría que hacer la PCR a los pacientes? Hoy dan negativo pero al día siguiente podría ser positivo. Y generaría una sensación de falsa negatividad que a lo mejor no es cierta. Es importante seguir los síntomsas aunque puede haber algún asintomático. Por eso es importante trabajar en las medidas de precaución. Las visitas al hospital deben ser las mínimas y con mascarilla, en marzo ya hubo algún contagio de un acompañante que visitó a un paciente.
¿Qué medidas adoptaron para evitar que se repita la situación vivida en las residencias durante la pandemia?
En la parte que nos toca a nosotros estamos haciendo un seguimiento diario de muchas de las residencias, especialmente de las que no tienen personal sanitario asociado (las de menos de 40 residentes). Están dadas de alta en Telea y cualquier incidencia que surja la controlamos a través de Atención Primaria y Geriatría. En los centros grandes hay un contacto permanente con nuestros clínicos. Hemos hecho ya un segundo cribado de residentes y del personal de estos centros que concluyó a mediados de julio, y ahora a cualquier trabajador que se incorpora a una residencia le hacemos la prueba y damos el resultado de inmediato. Con Política Social se hizo un documento y ellos han adaptado sus protocolos a los criterios generales de manejo del Sergas, de tal forma que llegado un nivel de transmisión epidemiológica se limitarían las visitas. De momento no estamos en esa fase, pero estamos pendientes de tomar medidas si fuera necesario. Hubo sensibilidad desde el principio. Los primeros casos de las residencias se detectaron porque fuimos a cribarlas. Reforzamos Geriatría desde marzo con dos geriatras y los residentes.n
De momento entendemos que no, pero por lo que vemos en el entorno estamos pensando en extremar medidas como la de permitir un acompañante por paciente, algo que es de sentido común y que se había relajado un poco, e insistir en que pacientes y acompañantes lleven mascarilla en el hospital. Nosotros tenemos todo el mecanismo engrasado y funcionando, tanto en Urgencias como en los servicios Covid de planta con su refuerzo si fuera necesario y en la UCI. Cada día hay sospechas y se manejan como si fueran Covid mientras no se tenga el resutado de la prueba.
¿Hay una tasa de contagio a partir de la cual se disparan las alarmas?
No, en el hospital está todo rodado. Depende más de las circunstancias de cada unidad que de la tasa de contagios. Estos días con el positivo de una paciente en planta tuvimos que aislar a trabajadores. Que te falten de repente 8 enfermeras en verano, cuando no hay enfermeras para contratar en las listas, hace que tengamos que recurrir a medidas extraordinarias.
¿Cómo solucionaron esas bajas?
Adecuamos la capacidad de la unidad, la hemos reducido para que fueran necesarios menos trabajadores y reubicamos los pacientes que sobrepasaban ese nivel de ocupación en otras plantas en las que había sitio. Dejamos la plantilla correspondiente a media planta. Eso se puede hacer mientras no haya problemas de camas.
A raíz de ese caso, un sindicato propuso que se hiciesen pruebas PCR a todos los pacientes que ingresen en el hospital.
Habría que estudiarlo, porque ¿cuántas veces habría que hacer la PCR a los pacientes? Hoy dan negativo pero al día siguiente podría ser positivo. Y generaría una sensación de falsa negatividad que a lo mejor no es cierta. Es importante seguir los síntomsas aunque puede haber algún asintomático. Por eso es importante trabajar en las medidas de precaución. Las visitas al hospital deben ser las mínimas y con mascarilla, en marzo ya hubo algún contagio de un acompañante que visitó a un paciente.
¿Qué medidas adoptaron para evitar que se repita la situación vivida en las residencias durante la pandemia?
En la parte que nos toca a nosotros estamos haciendo un seguimiento diario de muchas de las residencias, especialmente de las que no tienen personal sanitario asociado (las de menos de 40 residentes). Están dadas de alta en Telea y cualquier incidencia que surja la controlamos a través de Atención Primaria y Geriatría. En los centros grandes hay un contacto permanente con nuestros clínicos. Hemos hecho ya un segundo cribado de residentes y del personal de estos centros que concluyó a mediados de julio, y ahora a cualquier trabajador que se incorpora a una residencia le hacemos la prueba y damos el resultado de inmediato. Con Política Social se hizo un documento y ellos han adaptado sus protocolos a los criterios generales de manejo del Sergas, de tal forma que llegado un nivel de transmisión epidemiológica se limitarían las visitas. De momento no estamos en esa fase, pero estamos pendientes de tomar medidas si fuera necesario. Hubo sensibilidad desde el principio. Los primeros casos de las residencias se detectaron porque fuimos a cribarlas. Reforzamos Geriatría desde marzo con dos geriatras y los residentes.n
