MARINA POLLÁN Directora del Centro Nacional de Epidemiología

“Consumir mucha carne procesada aumenta el riesgo de tener cáncer colorrectal y de mama”

Marina Pollán, ayer en un descanso del curso en el Talaso.
photo_camera Marina Pollán, ayer en un descanso del curso en el Talaso.

nnn Una dieta insana eleva el riesgo de contraer determinados tipo de cáncer. La directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III ofreció ayer una conferencia sobre este asunto en el Talaso Atlántico dentro de la quinta edición del Curso de Oncología Integrativa de la Universidad de Santiago.

Marina Pollán participa en el estudio MCC España que trata de demostrar cómo los estilos de vida influyen en la aparición del cáncer. Es un estudio de casos y controles con una muestra de 10.000 participantes, entre ellos 4.000 personas sanas y el resto se agrupan en cinco tipos de tumores: mama, colorrectal, próstata, estómago y leucemia linfática crónica. Es una investigación que sigue activa (con cuestionarios, muestras de ADN, de sangre, orina y uñas) y de la que ya salieron más de 60 publicaciones.

¿Qué dietas elevan el riego de padecer cáncer?
Confirmamos el papel nocivo de mucho embutido, carnes procesadas o mucha carne roja para el cáncer colorrectal y para el de mama, y sobre todo cuando esa carne se consume muy hecha o mediante métodos de cocinado como la parrilla o guisos que suponen exponer la carne a mucha temperatura durante mucho tiempo.

¿Qué otros resultados hallaron?
Confirmamos que la dieta occidental, que se caracteriza por un alto consumo de alimentos grasos, productos preparados, carne y bebidas azucaradas, aumenta el riesgo de cáncer de colon y de mama, el de estómago y encontramos algo que no se sabía previamente, que las personas que seguían este patrón aumentaban el  riesgo de leucemia linfática crónica. La dieta mediterránea, con aceite de oliva, fruta, verdura, legumbres y pescado, es protectora para el cáncer de mama, colon, los de próstata más agresivos y estómago.
Tienen también un estudio pionero sobre la cronobiología, con la idea de saber cuáles son las  horas a las que se debe comer.
Nos centramos en la cena para saber si hay diferente riesgo en los tumores hormonales que estudiamos, el de mama y próstata. Las personas que cenan dos horas o más antes de ir la cama parecen tener un efecto protector. Habrá que confirmarlo con nuevos estudios, porque es el primero que ve esto. Vimos que el hecho de pasar bastantes horas entre la cena y el desayuno parece tener efectos beneficiosos para aspectos metabólicos que se relacionan con determinadas enfermedades y también con el cáncer.

¿El ayuno tiene valor?
Yo no he estudiado el ayuno y no puedo hablar de eso. Es un ayuno relativo. Los estudios que conozco proponen dejar descansar el sistema metabólico, que pasen 12 horas o más entre la última vez que comes y la primera, adelantar la cena. Si se confirman nuestros estudios es un mensaje interesante en un país en el que se cena tarde.

¿Hay alimentos que deberían estar prohibidos o que se deben tomar una vez a la semana?
La declaración que hizo la Agencia Internacional de Invstigación del  Cáncer es que la carne procesada (incluye desde salchichas, hamburguesas y embutidos) consumir más de 50 gramos al día aumenta el riesgo de cáncer colorrectal, que es el más directamente relacionado. Se aconseja disminuir su consumo, que no sea habitual.

¿Los abuelos lo hacían mejor?
En la dieta a lo mejor sí. Se consumía menos carne porque no estaba accesible y se consumía más legumbre y verdura de la huerta.

¿La gente sigue realmente la dieta mediterránea?
En estudios del cáncer de mama comprobamos que la dieta mediterránea es más frecuente en zonas como Valencia, Barcelona o Baleares frente a zonas de interior como Burgos, Coruña y Pamplona, y que se preserva más en mujeres mayores. Identificamos tres patrones de dieta en mujeres sanas mediante modelos matemáticos. La dieta occidental, que se caracteriza porconsumo de carne, lácteos grasos, bebidas azucaradas. Es influencia del mundo anglosajón: aquí no se comía tanta comida procesada, como en EEUU, pero ahora es identificable en nuestra población. Luego está la dieta prudente con muchos zumos, desnatados, fruta y verdura, cereales, de los que quieren eliminar grasa y encontramos la dieta mediterránea con aceite de oliva, fruta y verdura, legumbres y mucho consumo de pescado, que tiene menos riesgo de cáncer de mama, colon, gástrico y próstata agresivo.
Algunos expertos recomiendan comer cinco veces al día. ¿Comparte esta idea?
No soy nutricionista, pero los datros que tenemos desde el ámbito del cáncer, aunque son muy preliminares, no apoyan la idea de las cinco comidas. A lo mejor en algunos casos hay personas que sí lo necesitan por alguna razón, pero en mi ámbito no se sostiene, sobre todo si comes mucho porque vas a comer más.

Aunque su ponencia en el curso de Oncología Integrativa se centró en la dieta, ¿diría que el ejercicio físico también influye en el riesgo de contraer cáncer?
Es bueno para casi todo. En otro estudio demostramos cómo las mujeres que cumplían las recomendaciones internacionales de  la OMS de actividad física reducían claramente su riesgo de tener cáncer de mama. Son 150 minutos de actividad moderada a la semama o 75 minutos de actividad intensa. Equivale a andar a paso ligero, no paseando, media hora al día. Es muy razonable. Y lo que podemos comer tiene mucho que ver con lo que gastamos. Si no te mueves nada, el requerimiento de calorías es muy bajo y si te mueves tienes un gasto que puedes recuperar. Lo importante es el balance energético.
 

Te puede interesar