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El confinamiento permite crecer a la duna de O Vao

El resultado de casi treinta años de trabajo en el sistema dunar de o Vao es espectacular y un éxito colectivo.
photo_camera El resultado de casi treinta años de trabajo en el sistema dunar de o Vao es espectacular y un éxito colectivo.
La zona, declarada espacio natural de interés local, está pendiente de la publicación del Plan de Conservación, que           la protegerá y regulará su uso

Si hay un proyecto en Vigo que ha conseguido la unanimidad de todos los gobiernos de la ciudad y en el que todos han trabajado con su aportación es la recuperación del sistema dunar de O Vao. El resultado de casi treinta años de trabajo es espectacular y un éxito colectivo, porque la duna, que en la década de los 70 perdió el 70% de su superficie, ha conseguido regenerarse y alcanzar 7 metros de altura sobre el nivel del mar, en la zona oeste, con un ancho recuperado de 4,6 metros en los dos últimos años. Junto a ello se han caracterizado 220 especies de flora y fauna, que hace veinte años se habían perdido. El alcalde Abel Caballero destaca que en todo este tiempo se ha llegado a la conclusión de que "el cuidado del medioambiente es compatible con el uso de la playa".
Pero además es que el confinamiento por la crisis de la Covid le ha sentado bien a la duna, y en algunas zonas los biólogos que la cuidan han detectado un avance de la vegetación dunar de 2 metros y que especies pioneras han colonizado 30 metros más allá del cierre, porque la duna es un espacio dinámico. 
Desde que en la década de los 90 las administraciones, con el Concello de Vigo al frente y también el Ministerio de Medio Ambiente, hicieron una apuesta por la regeneración, la duna ha crecido en altura, en extensión y superficie, pero también se han recuperado especies que se creían perdidas en la zona. 
De hecho se ha tenido que levantar el cierre para moverlo hasta en tres ocasiones. En este proceso fue fundamental el trabajo de la sociedad, de la mano de la agrupación ecologista Erva en colaboración con el Concello de Vigo y su sucesora, la Asociación Fontaíña.
La zona ha sido declarada de forma provisional Espacio Natural de Interés Local (ENIL) y ahora está pendiente de la publicación de su Plan de Conservación, que lo convertirá en un espacio protegido, con regulación de su uso, de su gestión y las sanciones aplicables.
Los biólogos que cuidan este espacio han detectado además que la superficie de arena seca de la playa de O Vao también ha crecido, porque la propia duna actúa como reserva de arena de la playa y hace que crezca. O Vao nunca tuvo tanta superficie de arena seca como ahora.
La playa es un producto de la evolución de cientos de años y están ahí por procesos naturales, pero la tendencia en las últimas décadas fue modificar estos espacios buscando otros usos.
Antiguamente  las playas eran espacios para la pesca o la recogida de algas, que se utilizaban como fertilizantes, pero el uso ha ido cambiando hacia el ocio, así que el objetivo es que se pueda conservar el espacio y que los ciudadanos puedan usarlo de forma respetuosa. Junto a ello la conciencia de la necesaria conservación ha ido creciendo en los últimos años.
Según las estimaciones que maneja el Concello, con cartografía de 1964, la superficie del arenal suponía unos 30.000 metros cuadrados y el complejo dunar rondaría los 40.000 metros cuadrados. A finales de los 60 y principios de los 70 se realizan una serie de actuaciones fatales, como la canalización del Rego do Vao y la construcción del puente de Toralla, así como el edificio de la isla y en esa época la superficie del arenal llegó a 23.000 metros cuadrados y la duna desapareció. Para la playa se presentó un proyecto de urbanización (Playas Blancas del Atlántico) con edificios de 6 alturas y también se llegó a construir un muro en medio del arenal, con extracción de arena y relleno con miles de metros cúbicos de tierra que en algunas zonas superaron los 3 metros de profundidad.
El trabajo de treinta años ha sido ingente pero la duna lo ha agradecido con una regeneración excepcional. En este momento el sistema dunar ya tiene capacidad de regenerarse solo, aunque en algunas zonas se le ayuda.
Con el paso de los años se va volviendo más compleja, con más especies y más diversidad. La gran diferencia en los últimos años es la presencia de cada vez más especies autóctonas, que se distribuyen de forma natural en función de salinidad, viento e insolación, que determina la zonificación de las especies y que hace que no entren con tanta facilidad las especies alóctonas. 

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Diferentes imágenes de cómo ha evolucionado la playa de O Vao y el sistema dunar, desde 1959, que es la primera foto que se ve, pasando por las décadas de los 60 y 70, y el inicio de la recuperación en los 90, que es la última fotografía de esta serie. 

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