El Juzgado de Instrucción 3 de Porriño mantiene el secreto de sumario sobre la investigación respecto del crimen de Judith Muñoz, de 37 años, vecina de Vigo hallada muerta por asfixia tras un contenedor junto al polígono de As Gándaras. La Guardia Civil Sigue realizando diligencias que muy pronto podrían dar resultados respecto al autor de este homicidio. Así lo aseguró el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, durante unas declaraciones realizadas ayer en una visita a la Cooperativa de Armadores de Vigo.
En concreto, mostró su confianza en que “en próximas fechas” pueda ser identificado el responsable, insistiendo en que se sigue trabajando y en que hay varias hipótesis abiertas sobre las circunstancias del crimen. Una apuntaría a un posible crimen de violencia de género, en el que estaría implicado la pareja de la víctima, en paradero desconocido desde la víspera del hallazgo del cadáver y con orden de alejamiento, y la otra señalaría a un cliente.
Los resultados de la inspección ocular y la autopsia sí han podido determinar que con mucha probabilidad el crimen se produjo en el mismo lugar donde fue hallado el cadáver y tras un enfrentamiento con el asesino que le habría asfixiado colocándole un trapo en la boca después de inmovilizarla tirándose encima de ella y sujetándola los brazos, llegando a agarrarla por el cuello. Esta recreación de los hechos que llevaría incluida una discusión previa en el interior de un vehículo reforzaría la hipótesis del crimen cometido por un cliente que la recogió para mantener relaciones sexuales, ya que el novio carecería de coche y de motivo, en principio, para trasladarse de madrugada a kilómetros de Vigo.
No obstante, su desaparición justo antes del hallazgo del cadáver y sus antecedentes de violencia de género, “intentó matarla una vez”, explicaba una amiga de la víctima, impiden descartar esta otra vía de investigación.
Las declaraciones del delegado del Gobierno corroboran las expectativas de hallar un perfil biológico con posibilidad de cotejo entre las más de medio centenar de muestras enviadas al Instituto de Toxicología de Madrid así como de encontrar, con la revisión de las cámaras un vehículo coincidente ese día en Porriño y en Redomeira en Vigo, junto con el posicionamiento de los móviles y la información de la compañía de las últimas llamadas recibidas por Judith.
