Un hombre calvo, condenado ayer a tres años de cárcel por vender cocaína y hachís al menudeo, tendrá que dejarse una “pequeña coletilla” por orden judicial para eludir el ingreso en prisión. La razón, según explicó el presidente de la sección quinta de la Audiencia en Vigo, donde se celebró el acuerdo de conformidad, es la de poder someterse a las pruebas de cabello necesarias para demostrar que efectivamente cumple con el programa de desintoxicación que actualmente está siguiendo y de obligado cumplimiento. Al acusado, que se enfrentaba a una pena de 4 años y 9 meses de cárcel y al pago de una multa de 25.086 euros, se le intervinieron en su domicilio de Redondela, en abril de 2021, dosis de cocaína por valor de 8.257 euros y hachís por 35, después de que la Policía observara cómo vendía dosis a las puertas de su vivienda. Tras admitir los hechos y después de que la Fiscalía tuviera en cuenta la atenuante de toxicomanía, un acuerdo permitió la rebaja de la pena a los tres años y a una multa de 3.738 euros.
La Audiencia aceptó la petición de suspensión de condena condicionada, por una parte a que en cinco años no vuelva a cometer delito alguno y por otra a que demuestre que está siguiendo el programa de deshabituación de la droga, motivo por el cual se le preguntó si su alopecia era total o contaba con alguna zona con pelo. Después de que el acusado contestara que sí, se le explicó que debía dejarse una pequeña coletilla, con varios cabellos, suficiente para que se le realizaran los análisis de drogas pertinentes. El acusado además se mostró dispuesto a pagar la multa, por lo que pidió un fraccionamiento de la misma.
