El Concello de Vigo puso a prueba durante el último mes nuevas cámaras con capacidad de leer las matrículas de los vehículos que circulan con la calle, que podrían utilizarse para establecer las nuevas Zonas de Bajas Emisiones al estilo de ‘Madrid Central’ que obliga a implantar la Unión Europea para limitar el acceso de los coches de combustión.
Se instalaron en la calle Camelias, en un poste sobre el que se ubicaban ya dos de las cámaras que controlan el tráfico de la ciudad. Hace cerca de un mes se instaló una tercera y hace una semana una cuarta cámara. Si bien el Concello no informó de la puesta en marcha de estos dispositivos, un operario encargado de su instalación confirmó que se trataría de una prueba de estos nuevos lectores de matrículas. A día de hoy, la prueba se da ya por finalizada y las cámaras fueron retiradas.
El pasado año, el Gobierno concedió una ayuda de 4 millones de euros al Concello de los más de 5 presupuestados para la contratación de los sistemas de control de entrada y salida a las áreas que verán su circulación restringida, con lo que estas cámaras podrían formar parte de las pruebas para la puesta en marcha de las Zonas de Bajas Emisiones.
La propuesta del Concello contempla que esta limitación a la circulación se extenderá a más de 67 hectáreas, distribuidas en cuatro núcleos. Incluirían 400.000 metros cuadrados de la zona centro, desde Cánovas del Castillo, García Olloqui, Alameda, Colón, Urzaiz, Magallanes, Gil, Ronda de Don Bosco, Cachamuíña, Falperra, Llorente, Santa Marta, Torrecedeira, Gaiteiro Portela, O Berbés, Beiramar y una parte de Pi y Margall.
La segunda área afectada, 37.800 metros cuadrados, comprende el entorno de la Praza de Portugal, con Uruguay, Argentina, Cervantes, Urzaiz, Lepanto y Alfonso XIII. El casco histórico de Bouzas, perimetrado por el Paseo de Paz Andrade, Eduardo Cabello, Simancas, Camilo Veiga y la Avenida Atlántida, 170.000 metros cuadrados, también estarán limitados, así como 64.000 metros cuadrados del O Calvario entre Jenaro de la Fuente, Urzaiz y Gregorio Espino.
Por el momento aún no se conocen el tipo de restricciones que se aplicarán ni cuándo entrarán en vigor. El alcalde Abel Caballero aseguró públicamente en varias ocasiones que el Concello procurará que estas zonas no supongan “un ámbito de sanción” para no discriminar a aquellas personas que no puedan comprar un vehículo eléctrico.
