El gobierno local identificó “incertezas” que obligan a prolongar la duración del actual contrato
La junta de gobierno local del Concello de Vigo aprobó ayer la concesión de una prórroga por un periodo de cinco años el contrato de la concesión del agua. De este modo, Aqualia se mantendrá como concesionaria hasta al menos el año 2026. Desde el gobierno local señalaron a través de un comunicado que “desde 2018 los técnicos municipales desarrollaron diferentes trabajos preparatorios para considerar una nueva licitación”, contando con el apoyo de una consultora externa. Pese a ello y tras dos años de estudio, los análisis técnicos señalaron la “existencia de incertezas e indefiniciones que hacen aconsejable la prórroga del actual contrato”.
Tales “incertezas” estarían referidas a lo que desde el Concello de Vigo se califica como “decisiones ajenas a las competencias municipales”, indicando que se trata de cuestiones dependientes de actuaciones por parte de la Xunta. Desde el gobierno municipal apuntan a la explotación de los embalses de Eiras y Zamáns, el alcance del abastecimiento a los municipios del área de Vigo –Cangas, Moaña, Redondela y Mos– y la potabilizadora do Casal como las principales causas por las que el contrato del agua se mantendrá por otros cinco años más con Aqualia.
En el caso de la explotación del embalse de Eiras, el Concello especifica que se encuentra en proceso de resolución por el litigio que mantienen la administración local con la Xunta para determinar el ámbito competencial. En cuanto al de Zamáns, éste se encontraía a la espera de la aprobación de los planes de emergencia y normas de explotación desde el pasado mes de julio por parte de la Administración autonómica, según recoge el Concello.
En lo que respecta a la potabilizadora do Casal, desde el gobierno local aclararon que es preciso un incremento del abastecimiento en Vigo a través de una ampliación y modernización de la planta, siendo necesaria esta actuación “en un corto plazo”, fijar soluciones para su financiación y acometerse los trabajos “sin interrumpir en ningún momento el funcionamiento de la planta”, aseguran.
Desde el Concello aseguran que todos estos asuntos se encuentran sin una resolución definitiva y afectan de forma directa en la fase de diseño del proyecto de gestión para el nuevo contrato de gestión integral del agua. A su vez, señalan que la prórroga está vinculada a la ejecución de un plan de inversiones por parte de la concesionaria, por importe de más de 40 millones de euros, la cual no implicará un incremento de la tarifa a los usuarios. Dentro de estas inversiones, recoge el comunicado remitido por el gobierno local, se encontraría la modernización de la potabilizadora, para la cual “la Xunta se desentiende” indicando que se financie con “fondos europeos de reestructuración”.
Esta es la segunda prórroga de una concesión realizada en 2020 tras la de Vitrasa.
Tales “incertezas” estarían referidas a lo que desde el Concello de Vigo se califica como “decisiones ajenas a las competencias municipales”, indicando que se trata de cuestiones dependientes de actuaciones por parte de la Xunta. Desde el gobierno municipal apuntan a la explotación de los embalses de Eiras y Zamáns, el alcance del abastecimiento a los municipios del área de Vigo –Cangas, Moaña, Redondela y Mos– y la potabilizadora do Casal como las principales causas por las que el contrato del agua se mantendrá por otros cinco años más con Aqualia.
En el caso de la explotación del embalse de Eiras, el Concello especifica que se encuentra en proceso de resolución por el litigio que mantienen la administración local con la Xunta para determinar el ámbito competencial. En cuanto al de Zamáns, éste se encontraía a la espera de la aprobación de los planes de emergencia y normas de explotación desde el pasado mes de julio por parte de la Administración autonómica, según recoge el Concello.
En lo que respecta a la potabilizadora do Casal, desde el gobierno local aclararon que es preciso un incremento del abastecimiento en Vigo a través de una ampliación y modernización de la planta, siendo necesaria esta actuación “en un corto plazo”, fijar soluciones para su financiación y acometerse los trabajos “sin interrumpir en ningún momento el funcionamiento de la planta”, aseguran.
Desde el Concello aseguran que todos estos asuntos se encuentran sin una resolución definitiva y afectan de forma directa en la fase de diseño del proyecto de gestión para el nuevo contrato de gestión integral del agua. A su vez, señalan que la prórroga está vinculada a la ejecución de un plan de inversiones por parte de la concesionaria, por importe de más de 40 millones de euros, la cual no implicará un incremento de la tarifa a los usuarios. Dentro de estas inversiones, recoge el comunicado remitido por el gobierno local, se encontraría la modernización de la potabilizadora, para la cual “la Xunta se desentiende” indicando que se financie con “fondos europeos de reestructuración”.
Esta es la segunda prórroga de una concesión realizada en 2020 tras la de Vitrasa.
