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La sequía obliga a Vigo a pedir que se libere menos agua de los embalses

La presa de Zamáns, al igual que la de Eiras, está a un 45% de su capacidad. Ayer, el alcalde visitó las instalaciones para comprobar el nivel del agua.
photo_camera La presa de Zamáns, al igual que la de Eiras, está a un 45% de su capacidad. Ayer, el alcalde visitó las instalaciones para comprobar el nivel del agua.

La medida, que ya se concedió por Augas de Galicia en 2011, supondría reducir de los 380 litros por segundo a unos 150

El Concello solicitará a Augas de Galicia el caudal ecológico mínimo para Eiras y Zamáns. Supondrá liberar 150 litros por segundo, frente a los 380 que se devuelven al río actualmente. Este medida, que ya fue aprobada en 2011, año con un nivel de sequía similar, permite mantener la vida en el hábitat fluvial y conlleva el ahorro de la tercera parte de la pérdida biológica.
El alcalde visitó ayer la presa de Zamáns para comprobar in situ el nivel del embalse, al igual que hizo seis años atrás. Aseguró que la situación de sequía fue más grave entonces, al igual que  en 2003, donde la capacidad de Eiras se redujo al 35%. Ahora, al igual que Zamáns, está al 45%, lo que garantiza 100 días de abastecimiento. Añadió que pese a que es preocupante “sería más grave si estuviésemos en junio, ya que a estas alturas en algún momento lloverá”. Zamáns da servicio al 9% de los consumidores ubicados entre Vigo y Nigrán. El 91% restante se abastecen de Eiras.
La previsiones meteorológicas  anuncian precipitaciones para la semana que viene, sin embargo todo parece indicar que no serán suficiente para la recuperación de las reservas de agua. “En octubre de 2011 los problemas de sequía se acabaron con la lluvia de un solo día en que cayeron 90 litros por metro cuadrado, lo que supuso recuperar un hectómetro cúbico de la presa, pero parece que no es lo que va a pasar la próxima semana”, indicó Caballero. 
Ante esto, el Concello mantiene la situación de alerta con restricciones en el riego, el apagado de fuentes sin circuito cerrado y el incremento en el control de posibles fugas. “Con las humanizaciones las pérdidas se redujeron  considerablemente y desde hace unos meses aumentó la vigilancia de la presión con sistemas de medición muy avanzados, bajando el nivel por las noches, lo que supuso el ahorro de 12 puntos en la capacidad de Eiras”, indicó Caballero ante los medios. Aún así, el regidor reiteró el llamamiento a la ciudadanía para su concienciación ante el problema: “Sin renunciar a nada, hay que hacer un consumo responsable”, puntualizó.
Pese a la menor cantidad de agua acumulada, su potabilidad está asegurada con controles exhaustivos y frecuentes, tal y como señalaron fuentes municipales. En este sentido, el alcalde aludió a mejoras como la toma flotante,visible a escasos metros de la presa, desde donde se recoge y distribuye el agua de superficie, de mayor calidad que la de zonas profundas.
 

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