La Concatedral recupera a Torres Creo, “maestro de capilla” vigués

José Torres Creo fue titular en el órgano de la Concatedral, construido en 1909 por Alberdi.
photo_camera José Torres Creo fue titular en el órgano de la Concatedral, construido en 1909 por Alberdi.
Pablo Abreu reivindica la figura del compositor, autor de la pieza “San Campio”, popularizada por The Chieftains

“José Torres Creo ejerce en Vigo como lo haría un maestro de capilla, era el organista oficial de la Concatedral, publicó obra como compositor e impartía clase, aunque en su caso era fuera de Santa María, a alumnos pertenecientes a la burguesía viguesa para preparar el examen de piano”. El musicólogo Pablo Abreu se encontró con esta figura durante la investigación de las editoriales musicales de Villanueva y Jesús Real; ahora reivindica su memoria en un artículo, publicado en el último número de “Glaucopis”, la revista del Instituto de Estudios Vigueses. Fue muy popular en su época, pero olvidado a partir de la Transición. Llegó a Vigo en 1892 como organista de la Concatedral, oficio que ejerció hasta su muerte en 1939. Coincidió con el organista Ángel Rodulfo, titular de la de Santiago de Vigo.

Escribió “San Campio”, pieza que popularizó The Chieftains en 2010, aunque se desconocía su autoría. “Fue un compositor de calidad, más allá de música religiosa, pero solo se conservan partituras de 24 obras, entre ellas cuatro zarzuelas, encargos del Círculo Católico de Vigo”, afirma Abreu, que califica sus melodías “populares, con un carácter naturalista y simplista, mientras la religiosa estaba influenciada por la música italiana; actualmente, las corales siguen interpretando sus obras”.

En su faceta de compositor permaneció ligada al clérigo Manuel Lago González, obispo de Tui y arzobispo de Santiago, a quien la Real Academia Galega le dedicó las Letras Galegas en 1906. “Fue un poeta reconocido y amigo personal, con lo que hicieron varias colaboraciones como ‘O sol de primavera’, de 1891, de la que hizo una versión para piano y fue muy difundida en los años 20”. Abreu insiste que el cambio de siglo fue un momento importante para la música gallega y sus compositores. “Las bandas de gaitas pasaron de las romerías a tocar en teatros, personajes como Emilia Pardo Bazán los pusieron de moda en los círculos intelectuales de Madrid, fue un populismo que continuó hasta los años 30”.

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