VIGO

Por su compromiso y solidaridad

Alberto Gómez y Maica Beltrán, en la tienda de la rúa Triunfo y Rosa Fontaíña lucha contra los malos tratos desde 1998.
photo_camera Alberto Gómez y Maica Beltrán, en la tienda de la rúa Triunfo y Rosa Fontaíña lucha contra los malos tratos desde 1998.

El sindicato Comisiones Obreras concedió este año sus premios Primeiro de Maio a Oxfam Intermón y a Rosa Fontaíña. Los galardones  reconocen el compromiso social y la solidaridad de colectivos y particulares con motivo del Día Internacional del Trabajo.

En esta ocasión, se quiso premiar la labor realizada por la ONG en defensa de los  refugiados sirios en Lesbos y, en caso de Fontaíña, su entrega constante a la lucha contra la violencia de género y su apoyo a las víctimas de malos tratos. En ambos casos, agradecen esta distinción otorgada por el  sindicato, ya que, coinciden en señalar, contribuye a visibilizar la causa y la consecuente concienciación social.
La ceremonia de entrega de los premios, que cumplen en esta edición 30 años, tendrá lugar el viernes, 29 de abril, en el auditorio del Centro Social de Afundación.

MAICA BELTRÁN Responsable territorial de Oxfam Intermón

“Hay problemas que sufren los refugiados, como la trata de seres humanos, difíciles de mostrar”

Alberto Gómez y Maica Beltrán, en la tienda de la rúa Triunfo.

Alberto Gómez y Maica Beltrán, en la tienda de la rúa Triunfo.

Maica Beltrán (Vigo, 1969) es la responsable territorial en Galicia de Oxfam Intermón. Junto a  Alberto Gómez, responsable del grupo de Vigo, recogerá el premio Primeiro de Maio a la Organización No Gubernamental “por una labor encomiable en el Mediterráneo con los refugiados”.

¿Cómo se contribuye al trabajo con los refugiados desde el grupo de Vigo?
En España trabajamos con campañas de difusión y sensibilización; tenemos 37 tiendas de comercio justo (una en Vigo) y trazamos proyectos educativos con centros locales. Fuera, la ONG desarrolla acciones humanitarias como en la crisis de refugiados o proyectos de desarrollo, de educación y con los productores para el comercio justo.
¿Cómo pueden colaborar desde aquí los vigueses?
Tenemos abiertas distintas cuentas, donde la gente puede hacer donativos, que Oxfam invierte en lo que necesitan en cada momento. A los campos de refugiados llevamos agua y facilitamos el saneamiento. Además se ofrece asesoramiento a los que emigran.
¿Qué significa la distinción que les otorga Comisiones Obreras?
Estamos muy agradecidos porque es un reconocimiento que se hace a la institución y a las personas que están trabajando en los campos de refugiados.
¿Llega al resto de Europa la realidad que está sucediendo en la frontera con Grecia?
Los medios de comunicación hacen un trabajo impresionante, haciendo llegar imágenes que impactan a la opinión pública y que refleja lo que está pasando. Sin embargo hay muchos problemas que sufren los refugiados como la trata de seres humanos, que son muy difíciles de mostrar. Allí, las ONG que están en el terreno manejan buena información del drama que está pasando.
Además de las necesidades básicas, ¿qué es lo que más preocupa a las Organizaciones No Gubernamentales?
Se necesitan pasajes seguras para evitar que gente sin escrúpulos se aprovechen de los emigrantes nada más llegar a un país del que no conocen ni su idioma, ni a dónde dirigirse.

ROSA FONTAÍÑA De la Rede de Mulleres Veciñais contra os Malos Tratos

“A los políticos no les interesa acabar con el maltrato o ya lo habrían hecho”

nnn  Rosa Fontaíña, coordinadora de la Rede Veciñal Contra os Malos Tratos, fue distinguida con el premio Primeiro de Maio por “ser un referente en nuestra ciudad de la lucha contra la violencia de género, campo en el que trabaja desde 1998”.¿Qué significa para usted este reconocimiento?Significa mucho porque implica una sensibilidad de CCOO hacia el tema y contribuye a que cada vez se reconozca más. Me alegro.Llevan años denunciando la falta de recursos en la lucha contra el maltrato. ¿Cuáles son sus carencias más urgentes?Una de las cosas que más desgasta es ver que no se puede realizar lo que se considera normal: ofrecerles una calidad de vida digna a mujeres que han sido muy valientes.En los últimos años ¿ha aumentado el número de mujeres que se animan a denunciar?Hay muchas que después de dar el primer paso, no continúan al ver cómo está la situación. Dan marcha atrás y retiran las denuncias. La gente no puede criticar este comportamiento porque ellas no se sienten seguras.¿Cuál es la mejor forma de ayudar?La mejor manera es ofrecerles confianza, empatía con su problema. Si la primera atención es buena, normalmente siguen para delante. No hay que juzgarlas, ni poner mala cara, porque se marcharán ya que piensan “para ser maltratada ya lo soy en mi casa”. Parece que yo tengo esa virtud y a las que atiendo siempre se quedan.¿A cuántas mujeres atienden desde la Rede de Mulleres Veciñais?Es muy difícil hacer un cómputo: unas semanas podemos atender a varias y otras, solo a dos. Pero la Rede, además de las terapias y los cursos de autoestima, también asesoramos en casos de divorcio, reparto de bienes gananciales o custodia de menores.¿Es importante que las víctimas recuperen esa autoestima?Es fundamental. Les hicieron sentir que no valían nada, preparándolas para el maltrato. Tienen que volver a su entorno. No solo necesitan un juicio justo, requieren el apoyo de personas que las entiendan.¿Está sensibilizada la sociedad?Demandamos todos los días lo básico, vivienda y dinero, por lo que yo ya me he creado muchos enemigos, aunque me tiene sin cuidado, se necesitan medidas, no limosnas. A los políticos no les interesa acabar con el maltrato o ya lo habrían hecho y la sensibilidad social es mínima o habría mil personas en las concentraciones de Príncipe en las solo estamos las cuarenta de siempre.n

Rosa Fontaíña lucha contra los malos tratos desde 1998.

Rosa Fontaíña, coordinadora de la Rede Veciñal Contra os Malos Tratos, fue distinguida con el premio Primeiro de Maio por “ser un referente en nuestra ciudad de la lucha contra la violencia de género, campo en el que trabaja desde 1998”.

¿Qué significa para usted este reconocimiento?
Significa mucho porque implica una sensibilidad de CCOO hacia el tema y contribuye a que cada vez se reconozca más. Me alegro.
Llevan años denunciando la falta de recursos en la lucha contra el maltrato. ¿Cuáles son sus carencias más urgentes?
Una de las cosas que más desgasta es ver que no se puede realizar lo que se considera normal: ofrecerles una calidad de vida digna a mujeres que han sido muy valientes.
En los últimos años ¿ha aumentado el número de mujeres que se animan a denunciar?
Hay muchas que después de dar el primer paso, no continúan al ver cómo está la situación. Dan marcha atrás y retiran las denuncias. La gente no puede criticar este comportamiento porque ellas no se sienten seguras.
¿Cuál es la mejor forma de ayudar?
La mejor manera es ofrecerles confianza, empatía con su problema. Si la primera atención es buena, normalmente siguen para delante. No hay que juzgarlas, ni poner mala cara, porque se marcharán ya que piensan “para ser maltratada ya lo soy en mi casa”. Parece que yo tengo esa virtud y a las que atiendo siempre se quedan.
¿A cuántas mujeres atienden desde la Rede de Mulleres Veciñais?
Es muy difícil hacer un cómputo: unas semanas podemos atender a varias y otras, solo a dos. Pero la Rede, además de las terapias y los cursos de autoestima, también asesoramos en casos de divorcio, reparto de bienes gananciales o custodia de menores.
¿Es importante que las víctimas recuperen esa autoestima?
Es fundamental. Les hicieron sentir que no valían nada, preparándolas para el maltrato. Tienen que volver a su entorno. No solo necesitan un juicio justo, requieren el apoyo de personas que las entiendan.
¿Está sensibilizada la sociedad?
Demandamos todos los días lo básico, vivienda y dinero, por lo que yo ya me he creado muchos enemigos, aunque me tiene sin cuidado, se necesitan medidas, no limosnas. A los políticos no les interesa acabar con el maltrato o ya lo habrían hecho y la sensibilidad social es mínima o habría mil personas en las concentraciones de Príncipe en las solo estamos las cuarenta de siempre.n 

Te puede interesar