La aportación estelar de esta Navidad, la noria gigante ya comenzó su instalación en el cruce entre la calle Areal con Colón, con el desembarco de siete camiones. La llegada de los vehículos pesados y el corte de tráfico generó atascos desde la salida de la paellera.
Con 62 metros de altura (invadiendo 31 metros a cada lado del cruce), 198.000 puntos de luz Led y con 48 cestas, tiene capacidad para 192 viajeros. Además tendrá una gran pantalla de 3,5 metros de diámetros desde la que según Caballero, podrán mandarle mensajes al alcalde de Madrid como que “les ganamos con las luces” o que “Vigo es la ciudad más bonita del mundo”, afirmó.
Durante su inspección al inicio de la instalación no dudo en pronosticar que desde lo alto de la noria “se verá Nueva York”. Eso hacia el oeste, porque advirtió al norte “se verán las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa; al este, el puente de Rande y el concello de Redondela”. Estará operativa a partir del 24 de noviembre, un día después del encendido oficial. Funcionará con un horario ininterrumpido de 11 a la medianoche de lunes a jueves; domingos y festivos hasta la una de la madrugada y el viernes y sábados, hasta las dos.
El coste aún no se facilitó, pero como sucederá con el Bus Turístico para ver las luces, podría incluir descuentos con la Passvigo, aunque no hay confirmación oficial al respecto. Caballero aseguró que con todas las atracciones, este año superarán los dos millones de visitantes que en la edición pasada atravesaron el árbol gigante de Porta do Sol.
Como prueba de la expectación que está despertando la Navidad viguesa, destacó la mención que aparece en la revista internacional “Traveler”, donde incluyen Vigo entre las docena localidades españolas que se convierten por esta época en el escenario de un cuento navideño. “Lo definen luminoso y multicolor, resplandeciente”, señaló el regidor.
Con los 10 millones de luces instaladas, el resto de los elementos navideños continúa su montaje: el regalo gigante de Gran Vía, el muñeco de nieve en Rosalía de Castro, el árbol en Porta do Sol, la casa de Papa Noel en Príncipe o el mercadillo navideño en la Alameda, donde nevará abundantemente. “Ya estoy aprendiendo a esquiar”, bromeó el regidor en alusión a la efectividad de los cañones de creación de nieve que se instalarán.n
