Sor Diana, la monja 'viguesa' que asombra con su manejo del balón

Sor Diana
photo_camera Sor Diana
 “Me acerqué a Dios tras estar cerca de la muerte”, asegura

La viguesa Sor Diana de la Eucaristía López Chavanel (1980), canaria de nacimiento pero afincada en Vigo desde hace 26 años, da el sí definitivo para su entrada como hermana en la congregación perpetua de San José de Cluny. El acto se celebrará en el día de hoy, a partir de las 18:00 horas en la capilla del colegio que tiene su congregación en Vigo, en la Rúa do Carballo. 

La historia de Sor Diana tiene tintes singulares. Entró como estudiante en la institución educativa viguesa y mostró siempre una devoción por el arte. Concretamente, por la música, la enseñanza y la cultura deportiva. Pudo compaginar su fe y su devoción con la práctica del fútbol sala y  la docencia, aunque una lesión de rodilla le impidió poder seguir disfrutando de una de sus pasiones: “Uno necesita alicientes en la vida, es la manera de complementar una devoción. A mí siempre me gustó el fútbol sala, pero por un problema de rodilla, una lesión, no pude seguir jugando en el colegio”. Colgando las botas, pasó de la pista de juego a los banquillos y, ahora, se dedica a la secretaria deportiva de la comunidad de San José de Cluny instalada en Pozuelo (Madrid). “Es muy importante para los jóvenes, que consigan valores en torno a los deportes en equipo, donde enseña a los que lo practican enseñanzas tan importantes para esta vida como el trabajo conjunto y el apoyo al compañero. Aunque también me gustan los deportes individuales, como el tenis, que también enseña el valor del esfuerzo para alcanzar metas”, señaló Sor Diana. 

Aunque la verdadera pasión de Sor Diana es “la enseñanza. Estar con los alumnos, ofrecerles una educación y unos valores, es una de las cosas que más me llena". A los 42 años ingresa como hermana en la congregación  a Dios en la institución que, como comenta, ”me llevó a Cristo y en la ciudad de Vigo, lugar donde me vio crecer como persona  y descubrir el sueño de Dios en mi vida". 

Sor Inmaculada Cantó, superiora de la comunidad viguesa, explicó que “durante mucho tiempo fue conocida como Diana de Cluny, de toda la vida”. La participación de Sor Diana en la vida de su congregación fue muy importante para su hermanamiento. Alumna del coro y colaboradora de todas las actividades y campañas realizadas, su entrega le llevó a ser admitida en San José de Cluny.  

Canaria de nacimiento, aseguró que la ciudad viguesa “me acogió con los brazos abiertos hace 26 años. Me he criado en Vigo y puedo decir que soy gallega y de aquí", aunque “en mi DNI pone que nací en Gran Canaria, creo que es una de las pocas cosas que me ligan a las islas”, comentó entre risas. “Mis padres eran gallegos, pero trabajaban en Gran Canaria y yo nací allí. Vine con ellos hace 26 años, tengo pocos recuerdos de mi vida en aquel lugar” indicó Sor Diana.

Sor Diana posa con su balón
Sor Diana posa con su balón

Sor Diana: "Me acerqué a Dios tras estar cerca de la muerte"

Las causas por las cuáles uno dedica su vida y su devoción a Dios pueden ser muchas y muy diversas. Ya sea una enfermedad, una fe inquebrantable o provenir de familias religiosas. Sor Diana nos cuenta cúal fue su camino para unirse a la hermanas de San José de Cluny.  

 Su congregación será un día grande para usted ¿Uno de los más importantes de su vida?

Especialmente importante, es el día en el que en tu corazón se tatúa con la congregación. Pero, en realidad, esto todo no es sino confirmar lo que ya llevo sintiendo durante seis años de noviciado y casi diez que estoy aquí. Se confirma ese vínculo, que es para siempre, para toda la vida y más. Y con ello, no hablo de que se acabe una vez fallecida. Esto va más allá de la muerte, es una unión eterna. Desde que entré, fui probando, metiendo el pie en el agua para saber y descubrir el medio en el que puedo aportar a Dios desde mi humildad.

Casi diez años pero, ¿Qué recuerdos tendrá Sor Diana durante la ceremonia?

Es adelantar un pensamiento, porque no son recuerdos pasados de mis actos lo que me vendrá a la cabeza. A pesar de realizar muchas misiones y actos de voluntariado con el San José de Cluny, pensaré en mi padre, ya fallecido, un recuerdo para él que no llegó a ver como llegué a ser novicia de esta institución. 

¿Cuándo se da cuenta Sor Diana de esa unión con Dios? 

En los momentos de debilidad una busca la fe. Tuve una enfermedad intestinal, donde perdí 20 kilos en apenas 2 meses. Me acerqué a Dios cuando estaba cerca de la muerte, porque los médicos no fueron capaces de decirme qué me sucedía.  Esa incapacidad humana me hizo ver la luz, cuando estaba cerca de la muerte, porque tenía muchas dificultades y mucho dolor cuando comía. No encontraba solución y Dios me ayudó. No sabía qué me pasaba, nadie me lo decía, pero con fe pude salir adelante. Y ahora estoy aquí, dando las gracias y estando en donde quiero estar.

Te puede interesar