La Cofradía del Cristo recibe 80 solicitudes de nuevos ingresos

La novena del Cristo da Victoria comienza mañana en la Basílica-Concatedral.
photo_camera La novena del Cristo da Victoria comienza mañana en la Basílica-Concatedral.
La ceremonia de la imposición de medallas a los cofrades se adelantó este año al inicio de la novena, que tendrá lugar mañana. Hasta entonces seguirá abierta la inscripción

El Cristo da Victoria se celebra cada año en el primer domingo de agosto, día en el que tiene lugar la mayor procesión religiosa de la ciudad. Mañana comienza los actos previos con el inicio de la novena y por primera vez con la imposición de las medallas e insignas a los nuevos cofrades. La ceremonia tenía lugar hasta ahora el viernes anterior al Cristo.

La Cofradía recibió hasta el momento cerca de 80 solicitudes de ingreso, una cifra que aumentará, ya que la inscripción permanece abierta hasta horas antes del ingreso. Detrás de cada caso hay una historia personal. Esther Vidal comparte la devoción con su familia desde hace 40 años. “A mi primo lo acuchillaron en las fiestas de A Guía por no dejarse atracar, le perforaron  el pulmón, mi madre y mi tía lo ofrecieron al Cristo y se recuperó. Desde entonces hacemos todos la procesión”.  Esta vez será un momento muy especial. “Mi tía falleció hace un mes, será la primera vez que procesionemos sin ella”. Vidal ingresará en la Cofradía con su madre y su prima.

Susana Pérez también lucirá por primera vez la medalla del Cristo. En su caso no hay detrás ninguna promesa, ni petición. “Soy una viguesa acérrima y el Cristo da Victoria es un referente de esta ciudad. Tengo la oficina cerca del Casco Vello y suelo entrar en la Concatedral, un día vi un anuncio de la Cofradía y pensé que era el momento de contribuir para mantener esta tradición”. Su madre era una habitual de la procesión y a partir de ahora también lo será ella.

Regina Villares vivió en casa la devoción . “Mi abuela me contaba la historia del Cristo de la Sal y mi madre también creía mucho; yo soy practicante y siempre tuve la ilusión de peregrinar con mantilla, a ver si el año que viene me animo”.

Hay otros casos como el de María R. en que la decisión ha sido meditada durante mucho tiempo. Llegó a Vigo en 1989 y fue la propia ciudad la que le llevó al Cristo. “Un problema de salud hizo que buscase consuelo y ahora creo que es el momento de entrar en la Cofradía, me lo propuso una amiga y acepté, hay que ayudar a mantener la fiesta, todo tiene un coste”. Este año saldrá en procesión sintiéndose más cerca de la celebración. “Yo no le hago peticiones especiales, solo seguir como estamos y que proteja a mi círculo cercano y que ilumine un poco a los que mandan para que gobiernen un poco a favor de todos”.

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