La Orensana, proyecto liderado por Rebeca Guede y ubicado en la Avenida de Fragoso 55, está considerado entre los diez mejores de la ciudad. Un ranking que pone de moda la cocina “de cuchara" de este espacio gastronómico que da constantes satisfacciones al sector de la restauración en la ciudad.
Una satisfacción para este gran equipo de profesionales que lleva tan solo un año en este emplazamiento vigués pero con mucha actividad. Pero este no es único reconocimiento a su buen hacer, sino que recientemente la plataforma TripAdvisor lo situó en el puesto número 1 de su ránking, entre 680 restaurantes de la ciudad de Vigo.
Una reputación a la que se suman las numerosas felicitaciones de sus clientes habituales y de los que descubren este espacio que además de resaltar la cocina de La Orensana hacen hincapié en la alta calidad del producto y el hecho de que trabajar con la filosofía “Kilómetro 0” de productores pequeños y de cercanía.
El hecho de que su cocina sea 100 por 100 casera determina también el cuidado y cariño que ponen en cada una de sus propuesta culinarias. Otra de sus apuestas más aplaudidas es lo que ellos denominan cocina de sabor gracias a la que se puede encontrar platos diferentes, entre ellos los canarios que Rebeca Guede conoce bien al haber vivido durante tiempo en las islas.
Los diferentes reconocimientos para este equipo de profesionales es un regalo para La Orensana que busca la excelencia en cada uno de sus pasos, con mucho cuidado, imaginación y bien hacer delante de los fogones y en la sala. Y es que en su carta no solo triunfa el “laureado” cocido, sino que La Orensana conquista cada viernes con sus sabrosos callos, sus carrilleras de cerdo en reducción de Mencía y la tarta de tres quesos gallegos, este último toda una delicia para los que lo prueban.
En esa línea Rebeca Guede tiene claro que sin los vigueses, sin sus paladares exigentes y educados en la excelencia, no habría llegado a donde está. Ella no se cansa de repetir el agradecimiento y “mucho” a la gente que se acerca desde el centro de la ciudad, a los clientes de los alrededores de la ciudad e incluso de la provincia de Pontevedra que llegan a La Orensana para conocerlos y disfrutar de sus platos. Y una mención especial a los vecinos, que viven en el barrio por la acogida y el apoyo de este proyecto familiar.
Con todo esto, La Orensana afronta el otoño y el invierno con la intención de seguir sorprendiendo, pero también apoyándose en el cariño que todo el mundo le está manifestando.
