El clero vigués suma dos nuevos curas

La catedral de Tui acogió ayer la ordenación de los dos diáconos y dos sacerdotes en una ceremonia presidida por el obispo, Luis Quinteiro Fiuza.
photo_camera La catedral de Tui acogió ayer la ordenación de los dos diáconos y dos sacerdotes en una ceremonia presidida por el obispo, Luis Quinteiro Fiuza. // Vicente Alonso
La diócesis de Tui-Vigo cuenta con dos nuevos sacerdotes, ordenados ayer en la catedral tudense: el vigués Gabriel Gómez, de 26 años, y Jesús García, de Chapela y con 30 años. Asimismo fueron ordenados diáconos, Ramiro Álvarez, de Arbo, y José Emilio Veiga, de Redondela. En la foto, los cuatro en el suelo, en el rito de obediencia

Envuelta en la atmósfera de las grandes ceremonias, ayer, la catedral de Tui acogió la ordenación de Jesús García (Redondela, 1991) y Gabriel Gómez (Vigo, 1995) que recibieron los votos de presbíteros; así como la de Ramiro Álvarez (Arbo, 1979) y José Emilio Veiga (Redondela, 1988), los de diáconos. 

 

El obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, presidió el acto.  En su intervención envió un mensaje claro: la necesidad de un sacerdote de formar parte del mundo. “El Señor nos ha llamado a ser sacerdotes en un mundo nuevo, en permanente cambio, pero a vosotros no os resulta extraño porque es en el mundo que habéis nacido, sois historia viva; pero al oír la llamada no debéis de huir de este mundo, un presbítero tiene que estar a disposición de los demás”. Les advirtió del “peligro de perder el dinamismo misionero”, reproduciendo las palabras del Papa Francisco: “Hay que salir cada día de nuestra comodidad”. Y agradeció al seminario y a las familias la formación de los nuevos ordenados.

La solemnidad de la ceremonia dio muestra de su importancia para la Iglesia.  Se reprodujeron los rituales seculares, como el uso del incensario o la presentación de los candidatos ante el obispo: “¿Han sido considerados dignos?”, pregunta Monseñor, a lo que le responden “después de consultar al pueblo cristiano, sí son dignos”. En un diálogo con fórmulas prefijadas los diáconos primeros hicieron voto de celibato, así como de obediencia y respeto al obispo, que en el caso de los presbíteros fueron renovados.

Con la imposición de manos del obispo y “la gracia del Espíritu Santo”, se hizo efectiva la ordenación. A continuación todo el clero presente les dio la bienvenida posando también sus manos sobre las cabezas. A los presbíteros se les colocó la estola y se rezó las letanías “para convocar la intercesión de los santos” . Pero sin duda, la imagen más impactante es los ordenados tumbados en el suelo, al pie del altar, como señal de obediencia al obispo y como símbolo “de humildad y súplica confiada en Dios”.

La ordenación, que duró más de dos horas, fue retransmitida por streaming desde el canal de Youtube de la diócesis y pudo ser seguida en directo por los familiares de los cuatro postulantes, viviéndose momentos de gran emoción. “Las nuevas vocaciones es el mejor regalo que nos hace el Señor”, apuntó Quinteiro.

Se suman así a los 165 sacerdotes  con los que cuenta la diócesis (sin contar a los de órdenes religiosas, ni a lo que están fuera), respaldados por cuatro diáconos permanentes.

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