Cuatro estudiantes del Seminario Mayor, Jesús García, Gabriel, Ramiro Álvarez y José Emilio Veiga llegan al final de ciclo el domingo, 4 de julio, cuando recibirán los sacramentos
Jesús García y Gabriel Gómez asumieron hace poco más de nueve meses un primer compromiso con la Iglesia, el diaconato. “Fue muy importante porque nos comprometimos públicamente; pasé por momentos de indecisiones pero lo logré superar y seguir adelante”. Con estas palabras definió Gabriel Gómez (Vigo, 1995), en declaraciones a Atlántico, lo que suponía este paso para él, “una opción de vida”, afirmó. Ahora, con 26 años, se prepara para recibir el sacramento de la ordenación el próximo domingo, 4 de julio de manos del obispo, Luis Quinteiro Fiuza, en la catedral de Tui.
Realizó su diaconato en la parroquia de O Sagrario, en la propia sede tudense. Posgraduado en Comunicación Social, considera que “la información es muy importante” y que puede ser “otra forma de hacer pastoral”. Es consciente de la responsabilidad que asume, pero siempre tuvo clara su vocación, desde los 12 años, en el que fue vital el ejemplo de su abuela.
Su compañero de ordenación, Jesús García (Chapela, 1991), pasó su diaconato en la parroquia viguesa del Sagrado Corazón. El día que hizo los primeros votos, reconoció haber pasado muchos nervios, pero sobre todo mucha emoción. “Siempre supe que mi lugar estaba sirviendo a la Iglesia, aunque tenía dudas sobre podría ser un buen sacerdote”, comentó a este periódico en octubre. Llegó al Seminario Mayor tras estudiar Restauración en Pontevedra. Le interesa la pastoral de la juventud, “me gusta atender la parroquia y el trato directo con la gente”. En algo más de una semana será ordenado sacerdote: “Hay que superar la idea preconcebida que tenemos de la Iglesia, dependen de nosotros que la gente la sienta cercana, la Iglesia es siempre la misma, somos nosotros los que tenemos que cambiar e implicarnos”, afirmó a Atlántico.
Dos compañeros que toman el testigo
Ramiro Álvarez (Arbo, 1979) y José Emilio Veiga (Redondela, 1988) compartieron formación y convivencia con Jesús García y Gabriel Gómez en el Seminario Mayor. También compartirán día grande el próximo domingo, 4 de julio, en la catedral. Tomarán el testigo como los nuevos diáconos. Músico de profesión, Ramiro fue una vocación tardía, hasta que encontró la respuesta a sus inquitudes espirituales e ingresó en el Seminario de Compostela, para cambiarse al vigués en 2018. Veiga también tardó en sentir la llamada: “Se puede tardar en identificar la vocación”. En su caso, dejó su trabajó en el sector naval para igresar en el San Xosé.
