Las causas complejas ralentizan los juzgados del área de Vigo

No solo los juzgados de Vigo soportan una carga importante de asuntos en jurisdicciones como civil o mercantil, otros partidos judiciales del área, mucho más pequeños se ven afectados no solo por el número de causas sino por la complejidad de las mismas.

Los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial, referentes al año 2023, destacan un incremento de asuntos pendientes al finalizar el ejercicio en juzgados como los de Porriño, Tui o Ponteareas, con órganos mixtos que dirimen tanto demandas civiles como procedimientos penales. En estos tres casos, las tasas de congestión se mantienen por encima del 1,5 (siendo mejor situación cuánto menor sea dicha tasa) y su tiempo de respuesta es desigual.

Una de las razones que podría explicar la ralentización en los procedimientos estaría en el número de ‘macrocausas’ que soportan pese a ser partidos judiciales pequeños. Actualmente, por ejemplo, en los juzgados de Porriño se instruyen tres homicidios. El número 3 se encarga del crimen del Pozo, un asunto muy complejo que se inició tras el hallazgo de un cuerpo en un pozo en O Cerquido hace tres años y cuya víctima había sido objeto de una muerte violenta en 2018.

Por su parte, el juzgado número 3 se encarga de la investigación de otras dos causas de homicidio u asesinato, la de la viguesa Judith, hallada muerta tras un contenedor el pasado año y el del joven apuñalado en Salceda de Caselas en 2019 y cuyo presunto autor fue detenido este mismo mes de enero.

“Este tipo de causas suelen llevar consigo un buen número de diligencias, interrogatorios, pruebas… Son complejas y en juzgados mixtos y más pequeños donde también asumen demandas civiles, los tiempos se ven afectados”, explica el decano del Colegio de Procuradores, José Antonio Fandiño.

Fandiño recuerda otras ‘macrocausas’ como la de la explosión de la pirotécnica de Paramos, en 2018, y que fue a parar al Juzgado de Instrucción 1 de Tui. “Procedimientos así son una auténtica locura, con decenas de afectados, miles de notificaciones, y el propio juzgado tiene más asuntos que resolver”

En concreto, la citada investigación, que todavía no ha llegado a juicio en la Audiencia de Pontevedra, se cerró en 2022, cuatro años después de los hechos. La causa consta de 147 tomos, 37.208 folios y 508 piezas de responsabilidad civil.

Ese mismo juzgado de Tui fue el encargado de instruir la investigación de los llamados ‘miguelianos’, cuyo sumario se concluyó tres años después de interponerse la denuncia, mientras que en el número 2 todavía sigue abierta tras cinco años desde la reapertura, la investigación por la desaparición y muerte de la viguesa Déborah Fernández.

“La tónica general es que en estos juzgados más pequeños el colapso es mayor y en el caso de esta zona del área es una situación endémica que se arrastra desde hace tiempo”, explica la abogada María Jesús Martínez Borjas, de Marea Negra Jurídica, que lucha por la dignidad del turno de oficio. “Las grandes causas que se dilatan mucho en el tiempo suponen un gran esfuerzo para los abogados de oficio que no van a recibir una mayor retribución”, explica.

Grupos criminales: desde tráfico de drogas a robos

Junto a los asuntos complejos relacionados con homicidios, los juzgados del área han llevado en los últimos años distintas investigaciones relacionados con grupos organizados dedicados al robo o al tráfico de drogas. Operaciones como ‘Lignito’ o ‘Vitriolo’ con más de diez detenidos han pasado por los juzgados de Porriño o Tui, así como la ‘Canillos Magro’ dirigida desde Ponteareas en colaboración con Monça y que permitió el año pasado detener a los presuntos responsables de un atraco a una joyería en Portugal y otra serie de robos con violencia e intimidación, así como tenencia de armas y receptación.

Al ser cabezas de partidos judiciales más pequeños, sus órganos cuentan con menos personal. Fandiño afirma que “ha habido ocasiones concretas en las que dependiendo la causa de la que se trate, si es de gran magnitud, se ha puesto refuerzos, pero el problema de la Justicia en general va más allá de crear nuevos juzgados o dotar de más personal”. De hecho, el colegio lleva tiempo reivindicando un cambio, “es necesario otorgar más competencias a los procuradores para poder agilizar la Justicia como ocurre en Portugal, con la figura del procurador ejecutor”, explica el decano.

Años de espera que juegan a favor del condenado

Las dilaciones indebidas, es decir los retrasos en el trámite de una causa o los tiempos muertos sufridos durante el mismo, se han convertido en una atenuante frecuente en algunos asuntos reconocidos como complejos, bien por el tipo de delito, bien por el número de investigados.

El riesgo de producirse estos retrasos es mayor en partidos judiciales más pequeños, donde pueden llegar a acumularse varios asuntos que requieren de numerosas diligencias. Hay que recordar que los juzgados de Ponteareas atienden además de a Ponteareas a los concellos de Mondariz, Mondariz-Balenario, Covelo, A Cañiza, Crecente, Salvaterra de Miño, As Neves y Arbo, mientras que el partido judicial de Porriño incluye Mos y Salceda y el de Tui, A Guarda, Oia, O Rosal y Tomiño.

Todas sus investigaciones penales acaban siendo juzgadas en la Audiencia en Pontevedra, no en Vigo, a pesar de que sí cuenta con fiscales del área.

Fue precisamente la atenuante de dilaciones indebidas lo que dejó en penas mínimas (22 días por grupo criminal y pena de meses de cárcel ) a los condenados por el robo de coches de lujo, que despiezaban y luego vendían por Internet. Fueron ocho las personas acusadas, pero ninguna entrará en prisión, a pesar de los que cabecillas se enfrentaban a penas de hasta once años de cárcel. La causa, procedente de un juzgado de Porriño, tardó diez años en llegar a juicio, lo que propició un pacto de mínimos con la Fiscalía que aplicó la atenuante muy cualificada.