Castrelos, con acento vigués por Sen Senra

Emocionado, pero sin demostrarlo. Así salió al escenario de Castrelos Sen Senra (Christian). Entre el público había fans, pero también amigos y familia. Y es que ayer actuó literalmente a unos metros de su casa. Con este concierto cumplía un sueño de niño, tal y como desveló el alcalde Abel Caballero que volvió a ejercer de telonero. El regidor hizo valer su condición de vecino de Castrelos, “es la primera vez en la historia que actúa en este escenario alguien nacido aquí, en esta avenida, que estudió primero en el Canicouva y después en el Santa Irene”

No hubo horas de cola, esperando para entrar y reservando un buen sitio, pero sí unos 25.000 seguidores, según fuentes oficiales, entregados y muchas ganas de asistir a un concierto del “chico revelación” de la música española.

Sen Senra llegó en medio de su gira de presentación de su cuarto disco, “PO2054AZ” con canciones como “Quiero ser cantante”, “Uno de esos gatos” o “Completamente loco”. Comenzó por “Tumbado en el jardín viendo el atardecer”, del disco “Corazón Cromado”, al igual que “Perfecto”, uno de los más coreados casi al final. “Ya no te hago falta”, de “Sensaciones” (2019), uno de los temas con los que logró crear una atmósfera íntima y cercana, iluminada por los móviles. Como sorpresa subió con él Juan Habichuela (nieto) para tocar “Familia” y “Romper la curiosidad”.

El escenario sobrio le permitió moverse con libertad. Saltó, bailó, provocó al público, acompañado por una banda discreta que se escondía en las sombras. Las luces y las bombas de humo contribuyeron a crear al atmósfera. Gafas de sol, camisa de listas y la camiseta roja de su equipo del barrio, el Rácing de Castrelos, colgada del cinturón y con problemas con su pinganillo izquierdo. Esa fue la imagen que dio durante la primera media hora. Apenas dirigió palabras al respetable que coreaban y aplaudían.

Finalmente, se lanzó a hablar. Recordó las palabras de Lois Pereiro que leyó en el avión a Vigo. Según dijo, escribió que su patria se forjó en su infancia, “y la mía la pasé aquí en Vigo, en un coche con matrícula PO-2054-AZ que cruzaba Rande hacia Presqueiras. Está es mi patria, con todos vosotros. Muchas gracias por esta energía. ¡Qué bonita es mi tierra!”. Solo fue el principio. Y continuó con esa fusión que fascinó.