Es el resultado de una encuesta realizada a los alumnos que forma parte de un trabajo de las tres universidades para saber por qué se copia y proponer medidas correctoras
nnn La Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional financió un estudio realizado por profesores de Ciencias de la Educación de las tres universidades gallegas para conocer los motivos que expresan los propios alumnos de grado y máster para cometer plagio en sus trabajos académicos. El objetivo final es contar con un documento de recomendaciones para poner coto a estas prácticas deshonestas en las universidades y también en el sistema educativo en general. No se trata solo de una preocupación por motivos éticos y legales. La conselleira de Educación, Carmen Pomar, considera que “de esto depende no solo la consideración de los trabajos realizados, sino también, en último término, el prestigio académico de cada institución por separado y del sistema universitario de Galicia en conjunto”. Por ello, en la segunda Conferencia Interuniversitaria sobre el plagio que se celebró hace unos días en A Coruña, insistió en la necesidad de que las universidades colaboren de forma contundente y unificada en la prevención y detección del plagio, “lo que va a redundar en la mejora de la calidad y del impacto de la producción científica, así como en la competitividad de las tres universidades como agentes de desarrollo económico y social”.
La primera causa de plagio que señalaron los alumnos de la UVigo fue que es fácil y cómodo el acceso a material vía internet. Le siguen la sobrecarga de trabajo en las asignaturas y la falta de tiempo. La menos puntuada fue que las sanciones no son graves.
Uno de los redactores del estudio es Camilo Isaac Ocampo, profesor de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad de Vigo, quien hace más de dos años decidió con colegas de su misma área en las universidades de A Coruña y Santiago, profundizar en un fenómeno que estaba en el candelero y que, según creían, necesitaba propuestas de mejora. Consultaron toda la bibliografía sobre el plagio, incluido el caso citado por Alejandro Miranda según el cual el doctor Slutsky de la Universidad de California San Diego había publicado 137 artículos en 7 años, a una razón de 1 artículo por cada 13 días laborales, pero luego se comprobó que el 56% de los trabajos eran de dudosa validez y el 9% un fraude.
Los autores del estudio recabaron información de los propios alumnos y la segunda fase, iniciada ayer con grupos de alumnos, profesorado y personal directivo, analizará los resultados para aportar medidas concretas. La muestra estaba conformada por 8.943 estudiantes (65.7% mujeres y 33.5% hombres). Por rama de conocimiento, algo más de la mitad del alumnado participante en el estudio está cursando un título de Ciencias Socias y Jurídicas (57.1%), el 16.6% de Ciencias de la Salud, el 10.2% de la rama de Ingeniería y Arquitectura y el 9.2% y el 6.8% a la de Ciencias y Artes y Humanidades respectivamente. La recogida de información se realizó mediante un cuestionario diseñado ad hoc con 49 preguntas y una cuestión abierta final para que opinen y concreten las causas.n
La primera causa de plagio que señalaron los alumnos de la UVigo fue que es fácil y cómodo el acceso a material vía internet. Le siguen la sobrecarga de trabajo en las asignaturas y la falta de tiempo. La menos puntuada fue que las sanciones no son graves.
Uno de los redactores del estudio es Camilo Isaac Ocampo, profesor de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad de Vigo, quien hace más de dos años decidió con colegas de su misma área en las universidades de A Coruña y Santiago, profundizar en un fenómeno que estaba en el candelero y que, según creían, necesitaba propuestas de mejora. Consultaron toda la bibliografía sobre el plagio, incluido el caso citado por Alejandro Miranda según el cual el doctor Slutsky de la Universidad de California San Diego había publicado 137 artículos en 7 años, a una razón de 1 artículo por cada 13 días laborales, pero luego se comprobó que el 56% de los trabajos eran de dudosa validez y el 9% un fraude.
Los autores del estudio recabaron información de los propios alumnos y la segunda fase, iniciada ayer con grupos de alumnos, profesorado y personal directivo, analizará los resultados para aportar medidas concretas. La muestra estaba conformada por 8.943 estudiantes (65.7% mujeres y 33.5% hombres). Por rama de conocimiento, algo más de la mitad del alumnado participante en el estudio está cursando un título de Ciencias Socias y Jurídicas (57.1%), el 16.6% de Ciencias de la Salud, el 10.2% de la rama de Ingeniería y Arquitectura y el 9.2% y el 6.8% a la de Ciencias y Artes y Humanidades respectivamente. La recogida de información se realizó mediante un cuestionario diseñado ad hoc con 49 preguntas y una cuestión abierta final para que opinen y concreten las causas.n
