El campus de Vigo perdió casi 2.000 estudiantes en los últimos diez años
Universidad
Las escuelas de Ingeniería Industrial y Telecomunicaciones y la Facultad de Ciencias Jurídicas son las que más han sufrido este descenso del número de alumnos mientras Ourense y Pontevedra crecieron desde 2013
A finales del curso 2022-2023 –últimos datos consolidados–, la Universidad de Vigo contaba con 19.688 estudiantes entre grado, máster y doctorado. Son 2.070 menos que las cifras que marcaba en el curso 2012-2013, cuando sobrepasaba con creces la barrera de los veinte mil (21.768). Desde entonces, la UVigo tiene tres facultades más (Ingeniería Aeronáutica y Relaciones Internacionales en Ourense; Dirección y Gestión Pública en Pontevedra), y aunque eso no logró evitar la pérdida de alumnos –que se ha estabilizado en los últimos años en torno a los 20.000 y llenando por lo general las plazas ofertadas cada año–, sí que contribuyó a especializar mucho más las titulaciones con grados nuevos como Ingeniería Biomédica o Inteligencia Artificial.
Echando la mirada hacia el campus de Vigo, el balance entre el número de estudiantes de 2013 y 2023 es de 1.917 menos (sin tener en cuenta el IESIDE, que en 2013 todavía era un centro asociado a todos los efectos y ahora tiene sus titulaciones en extinción tras la creación de la universidad privada de Abanca, de la que forma parte), llevándose la peor parte la Escuela de Ingeniería Industrial, que sumaba en 2013 hasta 4.155 alumnos por los 2.831 que muestran los últimos registros de la UVigo. Cierto es que hace diez años convivían dos planes de estudios diferentes, ya que se estaba implantando el modelo del Plan Bolonia y todavía continuaban los estudiantes de las titulaciones anteriores. Esta tendencia a la baja se repite, en mayor o menor medida, en el resto de centros del campus vigués, salvo en cinco: Biología (que suma 138 alumnos), Química (34), la escuela de Magisterio (145), la escuela de Enfermería del Meixoeiro (20) y la escuela de Enfermería de Povisa (18). Cabe destacar también la facultad de Ciencias del Mar, que apenas suma 1 alumno menos que en 2013 manteniendo unas cifras estables.
Otro de los centros que presenta una notable caída en número de estudiantes es la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación. Hace 10 años superaba los 1.100 estudiantes y en 2023 se quedó en 784. La actual directora de la escuela, Rebeca Díaz, reflexionaba recientemente en Atlántico TV sobre la pérdida de interés generalizada en estos estudios que desde el centro ya están intentando atajar con iniciativas como las Olimpiadas Teleco. En este caso, al igual que en Industriales, en 2013 también había estudiantes de dos planes de estudios diferentes, y además las titulaciones del anterior requerían más años para completarse. Jurídicas, con 288 alumnos menos; Minas, con 223 y Económicas, con 220, también destacan entre los centros que más han perdido en los últimos diez años.
Con estas cifras de alumnado, que ahora muestran una cierta estabilidad en torno a 20.000 estudiantes anuales, la UVigo ya pone el foco en la captación en países extranjeros para paliar la crisis de natalidad que afectará a las universidades en la próxima década, principalmente iberoamericanos –debido a los idiomas compartidos– y europeos, a través de Athena, la red de universidades continentales en la que se ha integrado recientemente la institución viguesa.
Ourense tiene 194 alumnos más y Pontevedra, 338
En los campus de Ourense y Pontevedra el balance de la última década es positivo. El primero ganó 194 estudiantes con respecto a 2013 y el segundo, 338. Si bien es cierto que ambos incorporaron facultades nuevas desde 2013, hay dos centros ya existentes que destacan en el campus ourensano: se trata de la facultad de Educación en Ourense, que tiene 172 más que hace diez años y el Centro de Defensa de Marín, que pasó de 260 a 420 estudiantes.
La Universidad planea lanzar su sexto satélite en 2027
El Lume-1 –cuarto satélite lanzado por la Universidad de Vigo– reentró ayer en la atmósfera completando su misión y desintegrándose en el proceso cinco años después de su lanzamiento. En todo este tiempo, este aparato completó más de 28.700 órbitas alrededor de la Tierra recorriendo una distancia de unos 1.300 millones de kilómetros. Lo hizo, además, “con todos los componentes en perfecto estado” e incluso multiplicando por 5 la vida útil que se le presuponía (de 6 meses a 1 año). Uno de sus objetivos principales era validar el sistema de comunicaciones Sensor-Tierra-Centro de Control-UAV a través del internet de las cosas empleando como plataforma la carga útil de comunicaciones UVigo TOTEM, que cumplió al 100% como indicó a medios de la Universidad el profesor Fernando Aguado, director del Grupo de Tecnologías Aeroespaciales.
Asimismo, Aguado también desveló que el sexto satélite de la institución (siendo el quinto el proyecto BIXO que lanzará la agrupación estudiantil UVigo SpaceLab el año que viene, aunque difiere de la faceta más enfocada en las telecomunicaciones de los cuatro anteriores) se lanzará de cara al primer semestre de 2027: “Se está desarrollando una carga útil de comunicaciones láser de alta velocidad con, eventualmente, capacidad de criptografía cuántica, requiere sistemas avanzados de apuntado y control termomecánico basados en algoritmos de inteligencia artificial”. Dicha carga útil estará finalizada en un plazo de dos años y medio.
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