La Avenida de Madrid de Vigo llega a su máximo con un millón y medio de coches al mes

Vehículos circulando por la Avenida de Madrid para entrar y salir de la ciudad.
photo_camera Vehículos circulando por la Avenida de Madrid para entrar y salir de la ciudad.
Unos 52.000 vehículos utilizan a diario dicha vía de entrada y salida de Vigo: le siguen Arquitecto Palacios con casi 20.000 y Clara Campoamor con más de 10.000. En el casco urbano, las calles de mayor tráfico son Gran Vía, con casi 22.000 coches al día, seguida de Castrelos, con más de 20.000, y el túnel de Beiramar, con 19.000

Cerca de 52.000 vehículos emplearon cada día la Avenida de Madrid como vía de entrada o salida de la ciudad, durante enero y febrero lo que supone una media de más de 1,5 millones de desplazamientos al mes. Así lo reflejan los datos del estudio del tráfico en la ciudad realizado por el Concello, que consolidan a esta calle como el principal acceso a la urbe y evidencian que se encuentra en máximos en cuanto a su nivel de tráfico, a pesar de seguir cifras muy estables. Todo ello mientras continúa la espera para acometer las obras de reforma y humanización del vial más transitado.

En concreto, según los informes de tráfico del Ayuntamiento, la entrada a la ciudad más concurrida en los últimos meses es la Avenida de Madrid. En la vía de servicio entre los cruces con Gandarón y la antigua estación de autobuses, pasaron una media de 14.245 coches al día, mientras que la entrada por el vial central de Gandarón a San Roque suma unos 11.598 coches al día, cerca de 26.000 al día durante enero y febrero en su conjunto.

 

 

La siguiente vía de entrada más concurrida es la Avenida Arquitecto Palacios, con 19.404 vehículos al día, y en tercer lugar el vial de Clara Campoamor, con 10.408 coches al día, muy cerca de la carretera de Camposancos hacia el centro, con unos 10.128 coches al día.

La Avenida de Madrid también es el vial más utilizada para salir de la ciudad. El tramo más concurrido en este caso es la vía central, con una media de 12.526 vehículos, que se suman a los 11.378 de la vía de servicio, lo que eleva el total a cerca de 24.000 coches al día durante los últimos meses, que al sumarse al tráfico de entrada ascienden hasta los casi 52.000 coches al día.

El Concello también analizó el tráfico urbano en el centro de la ciudad. En este ámbito, la Gran Vía se sitúa como el vial con mayor volumen de tráfico al alcanzar los 21.738 coches al día en su tramo más concurrido, desde el cruce con Hispanidad hacia Plaza de España, aunque en el tramo desde Urzaiz hacia María Berdiales las cifras son mucho menores, con 9.768 coches.

La sigue de cerca la avenida de Castrelos, en el tramo desde el acceso desde Arquitecto Palacios hacia Balaídos, con 20.096 vehículos de media cada día en enero y febrero. En tercer lugar, la avenida de Castelao desde el cruce con la calle Grove hacia la Plaza de América, que suma 12.437 coches al mes.

Entre el resto de vías destaca también el tráfico de Martínez Garrido desde Doutor Carracido hacia la antigua Estación de Autobuses con 11.533 coches al día o el de la calle Coruña con 9.600 en sus dos sentidos.

El túnel de Beiramar, el más concurrido de la ciudad

El Concello también analiza el volumen de tráfico de todos los túneles de la ciudad. En este ámbito el paso subterráneo de Beiramar es el líder indiscutible. En los últimos dos meses alcanzó un volumen diario de hasta 18.687 vehículos en la dirección desde Areal hacia O Berbés, mientras que en sentido opuesto son 16.386 coches, más de 35.000 al tener en cuenta ambos. Con todo, en la continuación del túnel por Areal el tráfico se desploma, con unos 10.000 coches diarios en cada sentido.

El paso inferior de Plaza de España, con hasta 8.948 coches al día en dirección a Urzaiz es el segundo más transitado, seguido del de Gregorio Espino a Travesía con 7.482 vehículos.

El Concello recopila estos datos a través de las 136 cámaras de tráfico de las que dispone a lo largo y ancho de la ciudad. El mayor número de ellas se concentran precisamente en los túneles, donde se sitúan el 56% de ellas.

Retirar las vallas y agilizar el tráfico de vehículos y peatonal, claves para la reforma

La reforma de la Avenida de Madrid volvió recientemente al debate político local ante las reivindicaciones de los grupos de la necesidad de acometer esta actuación, conveniada hace ocho años, en la principal entrada a Vigo.

La obra que el Concello y el Gobierno proyectan prevé dar un lavado de cara a esta vía. Además de la necesaria humanización y renovación estética de la avenida, puerta de entrada para numerosos visitantes, también se prevén realizar actuaciones para agilizar el tráfico así como el tránsito peatonal.

Además de eliminar las vallas metálicas, instalar nuevas aceras y zonas ajardinadas, el proyecto contempla la remodelación de las tres intersecciones de la avenida. La primera de ellas es el cruce con las calles Loureiro y Papuxa, a la altura del Pazo de San Roque, donde se plantea la disposición de una nueva glorieta. El segundo principal cruce de la Avenida de Madrid es con las calles Emilia Pardo Bazán y la Estrada Vilar. El nuevo trazado busca favorecer la permeabilidad entre la avenida y las vías de servicio.  Sin embargo, el cruce más grande y complejo de la Avenida de Madrid es el que se sitúa a la altura del Seminario, que constituye el punto de inflexión con la autovía A-55. En este punto, el proyecto planifica la ejecución de nuevas isletas ajardinadas, que mejorarán la canalización del tráfico y en la mediana se contempla la generación de una zona ajardinada.

El proyecto también plantea mejoras a la circulación peatonal en la zona. En concreto, se prevé incrementar el número de pasos de cebra a lo largo de la avenida hasta llegar a una docena, haciéndolos coincidir con los principales flujos peatonales transversales. También se contempla la pavimentación del refugio situado en la zona de la mediana, ya que en la terciana se considera que no existe un ancho suficiente para que los peatones se detengan con seguridad. El convenio renovado el año pasado por el Ministerio de Transportes y el Concello contempla una inversión de 16,8 millones de euros para actuar a lo largo de 2,3 kilómetros.

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