La Cidade da Xustiza avanza en las obras de mejora que comenzaron este verano para adaptar las nuevas instalaciones a las necesidades judiciales. Tal y como informaron en su momento tanto el director xeral como el decano, entre las reformas a acometer a lo largo del mes de agosto se incluían el acceso al edificio o la ampliación de una sala.
Los operarios están rematando la entrada al edificio donde ya se ha instalado una tarima con la que se eliminará el desnivel existente en la actualidad y que afecta a los efectivos encargados de la seguridad de la entrada. La parte de la tarima todavía no está operativa pero se prevé que la nueva entrada pueda estar lista cuando se retome la actividad completa en los juzgados, a partir de septiembre. Precisamente, se optó por realizar las distintas reformas en agosto, ya que se trata de un periodo inhábil. También se harán cambios en el mobiliario de la macrosala para evitar la reverberación del sonido mejorando el audio.
Ayer mismo, además, daba comienzo a la remodelación del acceso principal, con la colocación de una “pecera” acristalada para evitar la entrada de agua donde se encuentra el personal de seguridad. A partir de octubre, habrá cambios en la vigilancia del edificio, que dejará de tener personal 24 horas, con una reducción de cinco vigilantes de la empresa subcontratada para llevar el escáner y acceso de las personas. Precisamente, estas nuevas condiciones han provocado las críticas de los sindicatos que enviaron escritos a la Xunta para evitar este recorte de personal, incluido en el pliego aprobado para este año, ante el riesgo, afirman para la seguridad.
