‘Ausencias, identidad y alguna cosa más’ invaden el Marco
Exposición
Susanne S. D. Themlitz inauguró en el museo “A linguaxe da cousas mudas”, una muestra sobre la memoria de los objetos
“Me dedico al arte porque no sé hacer otra”. Es la primera respuesta que se le ocurre Susanne S. D. Themlitz (Lisboa,1968) cuando se le cuestiona por qué quiso ser artista. Ayer inauguró su propuesta “A linguaxe das cousas mudas”, una muestra, comisariada por Miguel Fernández-Cid, en la que apuesta por un arriesgado montaje en las salas de la planta baja del Marco.
“Habla de ausencias, identidad y alguna otra cosa”, concluye la autora, tras un recorrido a través de una instalación gigante de bambú con piezas “en suspensión” movidas por el viento y con efectos sonoros, la recreación abierta de su laboratorio de dibujo que se transforma con el paso de los años, la exhibición de esculturas que hablan del anonimato, la reinterpretación de los expositores clásicos y la naturaleza parada “que no muerta” (en alusión a su traducción al alemán) o el mural formado por la suma de pinturas independientes.
Cada sala acoge un estilo, una forma en la que la artista se relaciona con la creatividad y con la realidad que le rodea. Sin embargo, los espacios están ligados entre sí, con sutiles vínculos que ponen a prueba la atención del espectador.
Su interés por el dibujo, con las líneas, las sombras o los puntos de fuga, conviven con la idea de ausencia versus identidad: Las conchas de caracol, su propia ropa que viste figuras sin rostro o fotografías con las caras recortadas. Todo está ligado entre sí, también con su “obsesión” por la historia de los objetos que son extraídos de su contexto como los expositores que rescató en los almacenes del Museo de Arte Contemporáneo.
Para Themlitz su paso por Vigo también contribuyó a exposición. La propia historia del edificio, antigua cárcel, le impactó. Incorporó elementos comprados en anticuarios de la ciudad, como una horquilla oxidada y con los dientes separados, “el vendedor le colocó tres botellas en cada pincho, temía que hiriese a alguien por el camino”, aseguró la artista con cierto sentido del humor.
Una hoja de eucalipto gallego cuelga de la estructura de bambú, el templo de recuerdos que semeja un cementerio al estilo de nativos americanos.
“A linguaxe das cousas mudas”, título con alusión a una de las obras de Baudelaire, establece un relato abierto a las interpretaciones. “No ambiciono saber qué efecto provoca en los espectadores, no me lo cuestiono”.
La exposición permanecerá en sala hasta el 13 de abril. Contará con visitas guiadas todos los días a las 18 horas, además de formar parte de los talleres infantiles y la programación para escolares.
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