Descubrimiento en el espacio

La astrofísica Ana Ulla de la UVigo, en el hallazgo del mayor agujero negro

El agujero negro BH3 tiene la masa de 33 soles y está a menos de 2.000 años luz de la Tierra.
photo_camera El agujero negro BH3 tiene la masa de 33 soles y está a menos de 2.000 años luz de la Tierra.
La catedrática de la UVigo participó en una investigación publicada ayer que dio cuenta del agujero negro estelar más masivo descubierto en la Vía Láctea hasta el momento

Un equipo internacional formado por astrónomos de todo el mundo en el marco de la misión Gaia dio ayer a conocer el hallazgo del agujero negro estelar más masivo descubierto hasta ahora en la Vía Láctea. Su investigación fue publicada ayer por la revista ‘Astronomy & Astrophysics’ y está firmada por 300 investigadores de países como Alemania, Austria, Bélgica, Finlandia, Francia, Italia, Suecia, Chile, Australia y España. En concreto, la catedrática del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Vigo e investigadora del Instituto de Física y Ciencias Aeroespaciales Ana Ulla es una de las firmantes del artículo, que tiene como autor principal a Pasquale Panuzzo. 

El agujero negro en cuestión, que el equipo científico define como un “gigante dormido”, se descubrió cuando revisaban las observaciones de Gaia de cara a la publicación de un nuevo catálogo de datos. “Nadie esperaba encontrar un agujero negro de gran masa acechando cerca y que no hubiese sido detetado hasta ahora”, destaca Panuzzo, miembro de la misión Gaia y astrónomo del Observatorio de París, que forma parte del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia. “Este es el tipo de descubrimiento que haces una vez en tu carrera investigadora”, añade.

Bautizado como Gaia BH3, o BH3, se encuentra en la constelación de Aquila, a menos de 2.000 años luz de la Tierra, lo que lo convierte en el segundo agujero negro conocido más próximo a la Tierra.

 

 

“Plantea cuestiones importantes en la teoría de evolución estelar”

 Para la astrofísica viguesa Ana Ulla no cabe duda: el descubrimiento de BH3 es de suma importancia para el mundo de la astrofísica porque, entre otras cosas, “plantea cuestiones importantes que supondrán retos para el futuro” en la teoría de la evolución estelar tal y como se conoce ahora mismo. 

Ulla explica a este periódico que se trató de un hallazgo casi accidental que se produjo mientras revisaban los datos de la misión Gaia (uno de los proyectos más importantes de la Agencia Espacial Europea), ya que se detectó “una estrella que tenía unos movimientos raros pero con enorme precisión, que eran fruto de la enorme masa del agujero negro descubierto (33 veces la masa del Sol), que distorsionaba su órbita”. Los agujeros negros de estas dimensiones sólo se encontraban en los centros de las galaxias, por lo que se trata de un hallazgo único hasta el momento. Ulla se pregunta: “¿Cómo sería originariamente de masiva una estrella que acaba produciendo 33 masas solares de agujero negro? Es un misterio.” 

La astrofísica viguesa apunta que “una de las teorías es que algunas de las primeras estrellas que se formaron tras el big bang eran supermasivas y tenían muy pocos metales, por lo que podrían generar estos agujeros negros supermasivos” y este sería uno de los casos. Por lo tanto, el hallazgo de BH3 “abre una puerta al estudio de agujeros negros estelares supermasivos que hasta ahora no estaba abierta y, además, plantea cuestiones en la teoría de evolución estelar que son muy importantes y que supondrán retos a superar para el estudio teórico”.

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