El arzobispo de Braga fue el pregonero de la Semana Santa en la Concatedral

Don José Manuel García Cordeiro, durante su intervención como pregonero de la Semana Santa viguesa.
photo_camera Don José Manuel García Cordeiro, durante su intervención como pregonero de la Semana Santa viguesa.
La Concatedral vivió ayer el pregón que da inicio a las festividades religiosas en Vigo, bajo la responsabilidad del arzobispo de Braga, Don José Manuel García Cordeiro

La Semana Santa viguesa dio  comienzo ayer con la lectura del pregón en la Concatedral-Basílica de Santa María. Un inicio con un marcado acento luso del pregonero de este año, Don José Manuel García Cordeiro, arzobispo metropolitano de Braga. Ante la Colegiata, García Cordeiro puso en valor, con alguna complicación en el lenguaje, “la locura de la cruz de Pascua”.  Admitió que era su primer pregón de Semana Santa, pero que no podía negarse a tal reto en un lugar idílico como la Concatedral. 

Don José Manuel García Cordeiro destacó que “no sabemos cuando es la celebración exacta de la celebración de la Cuaresma, pero conocemos que se aprobó progresivamente”, haciendo un análisis del periodo cuaresmal, de donde, según el pregonero, procede de los padres de la iglesia.  

“El tiempo litúrgico se extiende desde miércoles de ceniza y hasta cuarenta días para prepararse de cara a la Pascua”, afirmó García Cordeiro, que señaló el bautismo como “el sacramento pascual por excelencia”. Hizo referencia a Vigo y su Semana Santa, con una celebración del domingo de Palma que también se celebra en Braga, si bien cambia el día al miércoles. “Se propone el camino para encontrar la fe”, aseguró el pregonero. Dio un mensaje de esperanza a los jóvenes, en una lucha contra las adversidades actuales marcada “por  sus circunstancias, sin ser un camino único para conseguir la fe”, con varias “encrucijadas por resolver” como la incertidumbre laboral, las rupturas matrimoniales y la soledad y el rechazo que sufren los ancianos.  

Don José Manuel García Cordeiro nació en Angola en 1967. Muy pronto se traslada a Portugal, donde comenzó sus estudios filosófico-teológicos en la Universidad Católica de Oporto. Tras ello tuvo un periplo en Roma para regresar en 2010 a Bragança. En diciembre del 2021 fue nombrado arzobispo de Braga. Junto a el se encontraron Don Juan Diéguez, cuyo caminos se cruzaron durante sus estudios de licenciatura en el Pontificio Ateneo en Roma, y el obispo de la diócesis de Tui-Vigo, Mons.Luis Quinteiro.

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