Aumentaron la cantidad de monitores y pantallas recogidas por Punto Limpo desde el año pasado, así como electrodomésticos en general y componentes informáticos
El apagón de la TDT el pasado 14 de febrero empezó a dejar los primeros “cadáveres” en Vigo. En este caso, los televisores más antiguos, que sin el funcionamiento de esa tecnología, quedan inservibles. Por ello, Punto Limpo registró un aumento del 75% a partir de esa fecha, recogiendo 526 unidades en tan solo un mes. Eso contabiliza de media algo más de 17 televisores de media, ya sean con monitor y pantalla CRT (con más envergadura) o sin usar LED. Si en todo el mes de enero y parte de febrero se recolectaron unos 2.000 kilos aproximadamente y 169 unidades, a partir del apagón la cantidad se disparó hasta los 6.000 kilos, el triple.
Si comparamos estas cifras a las del 2023, el reciclaje aumentó. Entre enero y marzo de 2023 se recolectó un total de 6.359 kilos de monitores y televisores, mientras que en 2024 en el mismo periodo superó los 8.000. No fue lo único que aumentó en el depósito situado en Navia.
En líneas generales, durante los tres primeros meses la cantidad reciclada de todos los elementos aumentó un 22%, pasando de 34.828 kilos a 44.251. De esa cifra, la mitad corresponden a grandes aparatos, con más de 50 centímetros de longitud, entre los que se encuentran todos los electrodomésticos ubicados en la cocina (freidora, tostadora, nevera…). Esa clase de aparatos pasó de recogerse 7.743 kilos a 8.095. Las pantallas LED, algo con un uso ya muy extendido, duplicó sus cifras con respecto al 2023 y en tres meses Punto Limpo recogió un total de 3.000 kilos.
Lo mismo sucedió con los aparatos informáticos. La facilidad para adquirir uno debido a la reducción de su coste hizo que se tirase más. Si en los tres primeros meses de 2023 se tiró unos 750 kilos de estos objetos, en 2024 la cifra ascendió a 1.223. Llama la atención el reciclaje de aire acondicionado. En una ciudad donde las temperaturas no oscilan en baremos extremos, su utilidad es menos frecuente que en zonas del Levante o Andalucía. Por ello, su cantidad depositada en el Punto Limpo aumentó de 479 a 625 kilos en un año. Las pilas también subieron ligeramente, de 117 a 150 kilos.
Pero otros elementos han disminuido su recolecta. Sobre todo, líquidos, envases y objetos de menor tamaño. El aceite, tanto vegetal como mineral, bajó 388 kilos a 281. El uso del vegetal se centra en la cocina y los alimentos, mientras que el otro tiene un uso más laboral. El reciclaje de pintura y barniz se redujo a la mitad, mientras que las baterías de plomo, las pilas de botón o los tubos fluorescentes han descendido su cantidad ligeramente con respecto al 2023. Una nueva vida para los objetos que ya no se encuentran operativos.
El proceso de reciclaje
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) tienen una necesidad especial para su reciclaje. Todos los aparatos que pasan por el Punto Limpo tienen como destino la planta de Ilunion en La Bañeza (León) como gestión final. Su proceso de reciclaje tiene un doble objetivo: en primer lugar y más importante, extraer todas las sustancias peligrosas y potencialmente contaminantes contenidas en los RAEEs, que serán tratadas convenientemente, y en segundo lugar, recuperar los materiales susceptibles de ser reutilizados. En función de la tipología del material, hay líneas diferenciadas de tratamiento de RAEE, equipadas con tecnología para el desmontaje, descontaminación, trituración controlada y posterior clasificación de los materiales de salida.
Algo que se ha convertido en una necesidad es el reciclaje de cables debido a la creciente demanda de materias primas. En el propio Punto Limpo existe una instalación para el reciclado de cable y todos sus componentes.
