Vigo volvió a vivir ayer una nueva jornada de lleno con la iluminación navideña. En esta ocasión, gran parte de las personas que recorrían ayer el centro de la ciudad eran portugueses que aprovecharon que en su país también se celebraba el festivo de la Inmaculada para visitar Vigo. En la zona del Berbés llegaron a estar aparcados hasta cinco autobuses procedentes de Portugal.
De nuevo, el comercio se mantuvo abierto, con lo que ya desde la mañana las principales calles comerciales de la ciudad registraban un tránsito mayor al habitual. Sin embargo, fue a partir de la tarde cuando la ‘zona cero’ de la Navidad empezó a llenarse.
Antes de las 18,30 horas, cuando se realiza el encendido del alumbrado de Navidad, se juntaban ya multitudes en la Porta do Sol, donde cada día se realizan ya quedadas para poder contemplar el momento en que toda la decoración se llena de luz. Unas quedadas en las que el nuevo palco situado al final de la plaza se ha convertido en un escenario privilegiado para poder contemplar este espectáculo para aquellos que no pudieron entrar en la plaza el día del encendido el pasado 19 de noviembre, cuando se completó el aforo máximo permitido de 9.000 personas.
Así, una vez más, los comercios y locales de hostelería de la zona volvieron a llenarse, al igual que los hoteles, prácticamente al completo esta semana. A pesar de la gran afluencia de visitantes de Portugal en la ciudad durante la jornada de ayer, el tráfico en vías de acceso como la avenida de Madrid fue mucho más fluido que en el pasado uno de diciembre, que también fue festivo en Portugal, que celebró el Restablecimiento de la Independencia, sumándose así al tráfico ya habitual de un día laborable en Vigo.
