El agobio, de carácter internacional

Los célticos Okay Yokuslu y Jozabed Sánchez tienen en su bagaje dos descensos cada uno.
photo_camera Los célticos Okay Yokuslu y Jozabed Sánchez tienen en su bagaje dos descensos cada uno.

Hasta una decena de jugadores del Celta no han descendido nunca pero han pasado por situaciones límite a lo largo de sus carreras. Le sucede a los canteranos Rubén, Mallo, Sergio y Aspas con la recordada campaña 12/13, en la que el Celta evitó el descenso en la última jornada. Y los dos últimos incluso con la 08/09, la de la amenaza de caída a Segunda B salvada por aquellos tantos del moañés al Alavés.


Pero hay más. David Juncá pasó por serios problemas en Segunda con el Girona tanto en la temporada 11/12, en la que jugó muy poco, como en la 13/14, en la que fue titular. Algunos, como Boufal y Hoedt, comparten experiencia al límite tras coincidir el curso pasado en un Southampton que se salvó por los pelos, aunque el francés sin apenas protagonismo. Tampoco Ryad Boudebouz se libra, ya que sus cuatro campañas en el Sochaux (08/13) fueron amenazantes –el equipo descendió justo al curso siguiente de irse el galo– y también con el Montpellier pasó un curso peligroso (16/17). Y Fran Beltrán se curtió en su primer año en la primera plantilla del Rayo viviendo desde dentro del campo, con apenas 17 años y de la mano de Míchel en el banquillo, una recta final de resurrección para evitar la caída a Segunda B.
Caso aparte es el de Gustavo Cabral. El argentino ha acabado competiciones en los últimos puestos tanto en Argentina, con Racing y River, como en México, con Estudiantes, pero la fórmula del descenso por promedio en ambos países impidió que se diese la pérdida de categoría con el céltico en sus filas.
De todos estos agobios se habían salvado hasta la fecha buena parte de los jóvenes del plantel –Maxi, Olaza en sus múltiples destinos, Lobotka en Eslovaquia y Dinamarca, Pione, Brais, Mor, Hjulsager y Jensen–. Y alguno más talludito como Néstor Araujo.n

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