Adiós al invierno de Vigo más cálido en los últimos 30 años

La presa de Eiras, desalojando agua esta semana al encontrarse a tope de capacidad.
photo_camera La presa de Eiras, desalojando agua esta semana al encontrarse a tope de capacidad.
Vigo tuvo un enero extremadamente caluroso y un febrero muy por encima de las medias registradas

La primavera entra mañana, día 20 (al ser un año bisiesto se adelanta un día) y deja atrás el invierno más cálido en los últimos 30 años, a tenor de los datos que manejan tanto Meteogalicia como la Agencia Estatal de Meteorología correspondientes a sus puntos de control en Vigo, tanto en el puerto como en el centro y en Peinador. Vigo marcó el 14 de febrero la más alta del invierno con 24,7 grados, la cuarta más elevada de Galicia, solo superada por Leiro, en Ourense, con 26,6, y Pontevedra (25,1) y Ourense (24,9). Fue la cima para un febrero en Vigo desde que hay registros, para lo que hay que remontarse a los años cincuenta, cuando comenzaron las estadísticas en torno a Peinador. Nada que ver el clima de entonces con el actual.

 

 

Enero también fue de récord, con casi 24 grados, de nuevo la más elevada para el primer mes del año. Según el informe realizado por la agencia gallega, en total, enero fue un mes extremadamente cálido, mientras que febrero fue muy cálido. El promedio sobre la media de los años anteriores se superó entre 1,8 y 2,8 grados, lo que explica el resultado final. No solo las máximas fueron las más elevadas, también las temperaturas medias superaron los valores de los ejercicios anteriores. Habría que buscar en 1996 para dar con cifras similares, aunque la tendencia en los últimos años es a que los inviernos sean cada vez más calurosos. No obstante, a principios de marzo hubo una caída importante de las temperaturas que suavizaron algo el resultado final. Se notó en la montaña ourensana, en Calvos de Randín, donde se anotaron seis bajo cero.

 

 

Con todo, el invierno pese a ser muy cálido, incluso extremadamente, no fue seco en absoluto. En Vigo se registraron algo más de 500 litros, por encima de lo normal, lo que ha permitido que la presa de Eiras se encuentre al cien por cien, lo que obliga a desalojar miles de litros por segundo para mantener el equilibrio en la presa y evitar problemas. En Eiras, en el municipio de Fornelos de Montes, se registraron 1.114 litros, el doble que en Vigo, pero en esta ocasión no fue el punto más húmedo de toda Galicia, sino solo el cuarto, tras Lousame, cerca de Noia, con 1.394 litros, seguido de Santa Comba, en A Coruña, con 1.157 y Cuntis, con 1.128. Otra de las zonas con alta pluviosidad fue el monte Aloia, en Tui, donde cayeron 1.027 litros.

Primavera con calor mediterráneo

El invierno ya es historia, cálida, y la primavera se prevé similar, de nuevo con valores por encima de lo normal hasta el punto de que las temperaturas en las Rías Baixas estarán muy próximas a las que se van a marcar en el Mediterráneo. Así están las cosas, según avisó hace unos días la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que no obstante, también pronostica que las precipitaciones que se registren en los próximos meses entren dentro de los parámetros habituales, como pasó en invierno. Y es una buena noticia, porque supone que no habrá problemas de abastecimiento y los embalses llegarán a verano al tope de su capacidad. 

De hecho, en el período desde diciembre al 1 de marzo llovió en Galicia en torno a un 14 por ciento más de lo que suele ser normal, especialmente en febrero, con un 67% más de precipitaciones. Los primeros compases de marzo fueron fríos y también lluviosos. No en vano, en diez días ha caído todo lo que cae en todo el mes.

El delegado de la Aemet en Galicia, Francisco Infante, no se mojó sobre la Semana Santa, que se inicia el próximo Domingo de Ramos, una época en la que las temperaturas máximas se mueven entre los 15 y los 18 grados a estas alturas del año, en esta ocasión todavía en marzo.

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