El Gobierno de Pedro Sánchez presentó hace unos días un “Plan para la Protección de las Personas frente a las Pseudoterapias” que prevé entre otras medidas eliminar “pseudoterapias”, como la homeopatía, de los centros sanitarios y las universidades por falta de evidencia científica.
La polémica se desató con la inclusión de la acupuntura en este mismo saco. Médicos de distintas zonas de España dijeron estos días a través de los medios de comunicación que se trata de un error y que sí hay evidencias con respecto a esta terapia que procede de la medicina tradicional china y tienen 3.000 años de antigüedad. Opina lo mismo Alfonso Carregal, médico adjunto de la Unidad del Dolor en el Complejo Hospitalario de Vigo, con una larga trayectoria en estos tratamientos. Él es doctor en Medicina, tiene un máster en Acupuntura por la Universidad de Santiago, fue vicepresidente de la Sociedad Gallega del Dolor y es vocal de la Sociedad Española del Dolor. En el Cunqueiro realiza al año entre 900 y 1.000 sesiones de acupuntura a pacientes con dolor crónico con buenos resultados. Carregal fue pionero en el ámbito hospitalario de Galicia en el uso de esta técnica, que inició hace veinte años y que actualmente se está aplicando en distintos hospitales del Sergas.
¿La acupuntura no es pseudociencia como dice el Gobierno?
No. Los que trabajamos con acupuntura y con el mundo del dolor sabemos que existen trabajos en distintas revistas científicas que avalan su eficacia. Es una terapia que puede ayudar a muchos pacientes complicados, frágiles, que no toleran otros fármacos, ancianos, todos ellos con una muy baja tasa de efectos secundarios. La acupuntura es muy segura y si no es segura es posiblemente por estar en manos de personas que no tienen conocimientos suficientes y la aplican de mala manera.
¿Qué opina de la regulación?
Bienvenida sea la regulación, pero prohibirla en absoluto. Aplicar la acupuntura en un sistema sanitario público con personas cualificadas por una enseñana universitaria está bien, no estamos haciendo ocultismo ni sectarismo. Lo usamos en un entorno hospitalario, además de saber aplicar la acupuntura tenemos conocimientos médicos para hacer el diagnóstico. Nosotros no escatimamos ningún otro método diagnóstico o terapéutico a estos pacientes, nos los excluimos del circuito. Sirve para complementar y a veces como terapia única porque es la más eficaz en problemas de dolor con escasas o nulas complicaciones, y las que pueden surgir son muy banales.
La sanidad andaluza también lo tiene en su cartera de servicios.
La acupuntura debería estar incluida en la cartera de servicios de todos los hospitales del Sergas donde se realice terapia del dolor. Un hospital es un entorno controlado, evita que el paciente caiga en sectarismos. Conozco casos que a poco que sepas de dolor y medicina sabes que la acupuntura va a fracasar o no le va ayudar, pero les hacen pasar sesiones diarias de más de 30 euros. Eso no es ético.
¿Qué tipo de sectarismo?
Gente que no sabe de medicina ni tiene concimiento del cuerpo humano hace diagnósticos obsoletos o desquiciados. El peligro está ahí y es donde hay que regular, para evitar engaños. La acupuntura se puede aplicar, pero por gente formada correctamente y la Universidad es el canal ideal para ello.
¿Es efectiva la acupuntura?
Llevo 20 años ejerciéndola, si no viese beneficios no lo haría, y no gano un duro con esto (se ríe). He visto grandes beneficios en los pacientes. Puedo afirmar que he conocido el dolor a través de la acupuntura. Traduciendo su lenguaje milenarios al lenguaje actual me ha ayudado a entender el dolor y a los pacientes con dolor. Ellos han tenido una visión preclara hace miles de años de la conjunción mente cuerpo que nosotros estamos redescubriendo ahora.
A una persona que no tenga contacto con estas técnicas le puede extrañar que unos pinchazos solucionen el dolor.
A mí también cuando empecé, y lo que más me llamaba la atención es que si me dolía la cabeza me pincharan en el pie. Tiene su razón de ser, hay que conocer los mecanismos del dolor. Tú estás ahora mismo tan tranquilo pero si te dicen que tus hijos han tenido un accidente cambias completamente, una palabra desencadena mecanismos en tu cerebro. Una aguja también puede hacerlo, son estímulos que están interactuando con tu sistema nervioso central.
Afirma que el organismo tiene capacidad de controlar el dolor.
Hablamos del dolor agudo, el dolor crónico es una enfermedad que tenemos que tratar. Sentimos dolor (agudo) porque tenemos que sentirlo, es un signo de alarma que nos protege, pero también tenemos la capacidad de regularlo aunque a veces no es consciente. Por ejemplo un soldado que está herido en combate puede no tener dolor hasta que llegue al hospital para permitir que pueda huir, un animal cuando se siente acosado no siente dolor tan fuerte porque libera muchas endorfinas para evitar el sufrimiento del ataque. Tenemos capacidad para regular el dolor, pero no es tan fácil como decir quiero que me pase y me pasa. Si entrenamos la mente para controlar situaciones de dolor seremos capaces no de eliminarlo pero sí de aliviarlo, la ansiedad aumenta el dolor.
¿La mayoría de los pacientes que atiende la Unidad del Dolor son oncológicos?
Curiosamente ya no. Inicialmente nacimos como unidades muy orientadas hacia el dolor oncológico. Esta es una parte del dolor crónico pero no es la única. En la actualidad vemos muchos pacientes que no son oncológicos, aunque cualquiera que lo necesite para nosotros es prioritario.n
