El líder de Vox arropó la candidatura de su partido a las elecciones gallegas y tildó de “anomalía democrática” la abstención
Lo tiene muy difícil Vox para conseguir representación parlamentaria en Galicia y lo saben sus dirigentes. Tanto la reciente encuesta del CIS como la publicada este domingo por Atlántico dejan fuera a esta formación, que no alcanza a llegar al 3% de los apoyos, lejos del 5% requerido por la ley gallega. Aun así, no pierden la esperanza de dar la sorpresa y para ello el líder nacional, Santiago Abascal, no dudó en Vigo en apelar al voto desencantado con el PP.
“Vox llegó a tener en Galicia el respaldo de 116.000 gallegos y nosotros tenemos la convicción de que, si llegamos a hacer que aquellos gallegos vuelvan a confiar en nosotros, Vox no solo entrará en el Parlamento de Galicia, sino que será decisivo para la conformación de un gobierno”, insistió, momentos antes de iniciar, en la mañana de ayer, un acto para presentar la candidatura de su partido a estas elecciones.
El líder ultraconservador achacó los continuos intentos fallidos de su formación por obtener alguna representación en Galicia – solo ha conseguido en toda su trayectoria un concejal en Avión y es la única comunidad que se le resiste en España–, al fenómeno de la abstención, que tildó de “anomalía democrática” que, en su opinión, obedece a “síntomas de agotamiento” de la mayoría absoluta. “Creemos que en Galicia se vota en muchos casos al PP por simple aburrimiento y también se le vota por miedo a la izquierda”, añadió.
Abascal llegó a la ciudad solo 24 horas después de ser reelegido, sin oposición alguna, como presidente nacional de Vox, acompañado de los vicepresidentes autonómicos que ahora forman parte de la ejecutiva como vocales: Juan García-Gallardo (Castilla y León), José Ángel Antelo (Murcia), Vicente Barrero (Comunitat Valenciana) y Alejandro Nolasco (Aragón). Pese a este despliegue, el acto solo consiguió reunir a unos 300 afiliados y simpatizantes en el salón de actos de la terraza del Auditorio Mar de Vigo. Fuera del recinto, ninguna expectación.
Durante el mitin, en el que se presentó a los cuatro candidatos provinciales, con el de Pontevedra, Álvaro Díaz-Mella, a la cabeza como candidato a presidir la Xunta, se repitieron los mensajes habituales: defensa de la familia, libertad de elección de la lengua para la educación de los hijos, críticas a la Agenda 2030 y a la “ideología de género”, orgullo por tener unos “ideales firmes”… Y críticas al PP y al Gobierno socialista.
En este sentido, Abascal justificaba momentos antes la ausencia de Vox en la manifestación del PP celebrada en Madrid contra la Ley de Amnistía. “No se puede llamar a manifestarse los domingos, diciendo que hay un golpe a la Constitución, y el lunes pactar una reforma de la Constitución con Pedro Sánchez y acordar un mediador internacional para la reforma del Consejo General del Poder Judicial”.
