MANUEL RAMOS Vicerrector de Organización Académica y Profesorado

“Si el 13 de marzo me dicen que íbamos a acabar el curso así de bien, lo firmaba”

Manuel Ramos en Ingeniero de Telecomuniación.
photo_camera Manuel Ramos en Ingeniero de Telecomuniación.
 La Universidad de Vigo comienza el curso 2020-2021 el próximo día 21 de septiembre, dos semanas después de lo que estaba previsto tal como se decidió en Galicia, y la institución trabaja ahora en adecuar las aulas, con circuitos seguros y equipos tecnológicos para impartir una docencia mixta (presencial y que pueda seguirse en casa).

Lo hacen con dinero que adelantó la Xunta dentro de una partida comprometida por el Gobierno central para finales de año. El confinamiento de la población derivado de la pandemia les obligó a poner en marcha en tiempo récord un programa propio de docencia virtual que ahora se ha convertido en un referente en España. Con esta experiencia se prepararon para el próximo curso con tres escenarios posibles: un sistema mixto con clases presenciales y desde casa, que arranca en el mes de septiembre, un nuevo confinamiento con todo virtual que en el peoro de los casos podría darse en octubre o noviembre, o la vuelta a la presencialidad si aparece una vacuna, pero para esto último  habrá que esperar entre medio año y dos años, según señalan representantes de la Conferencia de Rectores. Cabe también que se puedan aplicar dos de estos escenarios simultáneamente. Supondría seguir con la docencia mixta y que haya pequeños confinamientos por aulas o centros en los que aparezcan casos de coronavirus. El vicerrector de Organización Académica y Profesorado y profesor de Ingeniería de Telecomunicaciones, Manuel Ramos, participó en el diseño de los cambios.

¿Qué espera que suceda el próximo curso?
Trabajaremos con esos tres escenarios empezando por la docencia mixta pero es imposible de prever cuándo podremos pasar de uno a otro. Ahora ya tenemos la experiencia, no nos coge de sorpresa y creo que vamos a poder llevar el curso que viene con relativa normalidad. Sé que supone mucho  esfuerzo, nosotros queremos la presencialidad máxima, es nuesro objetivo número uno y es irrenunciable, es lo que nos distingue de la docencia a distancia. Todo el personal está muy implicado. Es verdad que los sanitarios salvaron vidas y más que eso no hay nada, pero nosotros estamos formando a la sociedad poscovid y tenemos una responsabilidad a largo plazo. Eso lo tiene claro el profesorado, que hizo un esfuerzo más allá de lo que le corresponde y de su horario.

¿Con qué se queda de todo el trabajo que realizaron para continuar el curso como consecuencia de la pandemia?
Me quedo sin duda con lo bien que ha salido el curso. Si a mí el día 13 de marzo, cuando llegó la noticia del confinamiento, me dicen que el curso iba a acabar como acabó  ya lo firmaba. Estamos acabando con normalidad y las evaluaciones están yendo perfectamente, salvo casos puntuales, y con resultados un poco mejores de lo que son habitualmente. Hubo dos fases, una primera de desconcierto general hasta Semana Santa y después de Semana Santa las clases virtuales se dieron con normalidad. Pusimos a funcionar nuestra plataforma de campus virtual, que teníamos en fase experimental, y hubo que hacer mucha normativa. Los alumnos estaban preocupados por las evaluaciones, hubo mucha movilización y es algo normal e incluso bueno. Cuando quedó todo claro  se pusieron a estudiar, tuvieron un comportamiento ejemplar. Y siempre se habla de la brecha digital: es verdad que hubo que abordar problemas de conexión de algunos alumnos, pero también había esa brecha entre el profesorado. Muchos llevaban años utilizando tecnologías de la información en la docencia y esto no les supuso nada, pero otros estaban fuera de onda y tuvieron que ponerse al día en muy poco tiempo para seguir dando clase.

A la espera de lo que decida el Consello de Goberno de la próxima semana, está previsto que el próximo curso haya docencia 100% presencial en 10  grados y 24 másteres, minetras otros 21 grados serán  parcialmente presenciales y 22 semipresenciales. ¿Cómo fue el proceso para definir todo eso?

Cada titulación es un mundo, tenemos 6.000 materias de todo tipo y no tienen nada que ver las unas con las otras. Son los centros los que conocen biern cada titulación y los que organizaron con la idea de buscar la máxima presencialidad posible. Los másteres tienen normalmente  unos 20 alumnos y pueden ser presenciales, pero hay titulaciones con cien alumnos que no caben en el aula con la distancia de metro y medio. Hay centros que han decidido priorizar las prácticas para que todas sean presenciales y hacer las teóricas de manera virtual. Otros centros van a hacer las prácticas desde el ordenador de casa y harán una docencia mixta. Los alumnos se turnarán, la mitad irán al aula una semana y el resto seguirá la clase de manera virtual, y la semana siguiente al revés. Esto supone equipar las aulas para que los alumnos vean en pantalla desde casa lo que escribe el profesor en el encerado y puedan hacer preguntas. Ahora estamos con la compra del equipamiento necesario para tener las aulas configuradas para este modelo de docencia.

El curso académico empezará  el día 21 de septiembre. ¿Habrá actividades previas?
La fecha la pone la Xunta tras hablar con las tres universidades gallegas.La ABAU de segunda oportunidad que tenía que ser en julio se tuvo que retrasar a septiembre por la pandemia. Por eso también se aplazó el inicio de curso en la Universidad, para que los alumnos de primer curso que se presentan a la ABAU de septiembre no lleguen con las clases comenzadas. Pero para los que no son de primero se pueden ir haciendo cosas, algunos programaron para las primeras semanas de septiembre actividades de recuperación voluntarias para materias de este curso, aunque estén aprobados. Además, hay cosas que se retrasaron a septiembre, como las fechas de defensa de los trabajos de fin de grado, que eran en julio, o las prácticas en empresa, las de formación de profesorado en colegios e institutos,  las de enfermería en los hospitales o las de fisioterapia en centros  de mayores. Se harán en las primeras semanas de septiembre.

Los grados están aún en fase de preinscripción en Galicia con el primer plazo de matrícula que abre este año en agosto, pero sí abrió en el caso del máster. ¿Cómo está funcionando?
Todavía estamos en el primer plazo de matrícula del máster, pero es indicativo de como están las cosas. Estamos a un nivel muy similar a cursos anteriores. La situación de la pandemia no tiene incidencia en la matrícula. Esperábamos una pequeña bajada, pero no fue así. Creo que posiblemente se debió a la bajada en los precios de los máster para equipararse a los precios del grado que se decidió para toda España. 

El último ránking de Shanghai situó a la UVigo entre las cien mejores universidades del mundo en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y en  Oceanografía, entre las 200 mejores en Ingeniería de Telecomunicación y de  las 500 mejores en 12 ámbitos. ¿Cómo valora este resultado?
Está muy bien para ser la Universidad que somos: una universidad española, con lo cual no tenemos el nivel de inversión que hay en otros países en educación superior, no hay más que ver el porcentaje de PIB que se destina en los distintos países, y somos una universidad de tamaño medio y muy joven. Nosotros tenemos 30 años y otros tienen más de 500. Creo que estamos bastante bien. Para mí tiene más valor la clasificación por temáticas y en algunas estamos muy bien. Ciencia y Tecnología de los Alimentos está en el top mundial y en otras temáticas estamos entre las 200-300 mejores del mundo. Es un puesto muy destacable. Ahora tenemos que mantenerlo, tratar de avanzar y mejorar en otros campos. Es un buen referente que nos dice donde estás bien y que te permite seguir avanzando.
 

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