La delegada territorial de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz, visitó ayer el ámbito de la autopista AG-57, en su conexión con la PO-324, en el tramo Gondomar-A Ramallosa, en la que están a punto de finalizar las obras del nuevo aparcamiento disuasorio que supondrá una inversión de cerca de 650.000 euros.
Se trata de una nueva actuación de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade al amparo de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia Next Generation UE en el impulso de la transformación de la movilidad en los entornos urbanos, apostando por desplazamientos más limpios y sostenibles.
Según recordó la representante autonómica, la superficie total construida será de 3.500 metros cuadrados para la creación de 72 plazas de aparcamiento con dos plazas para personas con movilidad reducida y la preinstalación de tres puntos de recargo para vehículos eléctricos.
La obra da continuidad a la senda peatonal existente en la PO-340 y construye zonas verdes con arbolada para sombra, además de una franja verde de 2,20 metros y un islote central ajardinado. Además, se repondrá la parada de bus existente a la entrada del aparcamiento y se habilitarán cinco pasos de cebra para dar continuidad al tránsito peatonal.
Ana Ortiz también añadió que se pondrá una red de drenaje para la recogida de pluviales, la cual conectará a través de cuneta con el río Miñor, y se instalará iluminación pública y vídeo vigilancia.
