El cuarto trabajo de la miñorana Iria Misa está a punto de caramelo. Estará en las librerías a partir del jueves 9 de septiembre aunque no será hasta el 12 de noviembre cuando se lleve a cabo su presentación oficial. Será en el multiusos de Sabarís y dentro del programa de Novembro Lila, puesto en marcha por la concejalía de Igualdade de Baiona por primera vez el pasado año.
‘A cidade do átomo’ logró el reconocimiento del IV Premio Agustín Fernández Paz de Narrativa Infantil e Xuvenil pola Igualdade en noviembre de 2020, sin embargo la crisis sanitaria y los tiempos de la editorial demoraron su puesta de largo hasta esta semana y en octubre acudirá a Vilalba, municipio que convoca el certamen junto a Edicións Xeráis para recoger el galardón en persona.
Con todo, Misa considera que septiembre es un mes perfecto para su lanzamiento con una tirada de 1.500 ejemplares, tal y como marcan las bases del primer premio.
“Es una buena época coincidiendo con el comienzo del curso”, indica, al tiempo que espera que el libro pueda tener un recorrido más adecuado al contexto actual “en donde la situación me permita empezar a hacer charlas presenciales por diferentes colegios”.
Pese a que el fuerte de Misa es la literatura infantil la escritora miñorana duda a la hora de encuadrar su última obra. Comenzó orientada al mismo rango que las anteriores, pero poco a poco y a medida que iba construyendo la historia se dio cuenta de que este encorsetamiento le iba a suponer un gran obstáculo para rematar su trabajo. Así que sin pensarlo más siguió adelante con su desarrollo dejando a un lado las edades. El resultado, una trama que enmarca dentro de una literatura de frontera, a caballo entre la infantil y la juvenil.
“Es una novela que cualquiera podría leerla, pero creo que es adecuada para chicos de primero de la ESO en adelante, pero sin llegar a la adolescencia”, aclara. Está contextualizada justo después del estallido del reactor Nº4 de la Central de Chernóbil, en la ciudad de Prípiat en la URSS. Una urbe situada a tres kilómetros de las instalaciones, a la vanguardia de la modernidad y con una población muy joven desalojada.
Sin embargo un grupo de niños se queda en el núcleo esperando el regreso de los adultos mientras se encargan de que todo siga en funcionamiento, como en una pequeña sociedad. La autora ya tiene en mente otras tres historias “muy potentes”.
