Miles de fieles en la romería de San Benito de invierno

Momento de la entrada de la imagen de San Benito tras completar la vuelta alrededor de la iglesia gondomareña.
photo_camera Momento de la entrada de la imagen de San Benito tras completar la vuelta alrededor de la iglesia gondomareña.
La tradicional celebración en honor al santo estuvo acompañada de sol y temperaturas agradables, el goteo de fieles fue constante desde las 7 de la mañana 

La cita de invierno con el santo ‘máis milagreiro’ tuvo su día fuerte ayer en el entorno de la iglesia de San Benito, con más de 4.000 personas que durante toda la jornada acudieron en goteo constante a la maratón de misas cada hora, de 7 la mañana a 13 y por la tarde de 17,30 a 20,30 horas con la misma frecuencia. La solemne llegó a media mañana y estuvo presidida por el párroco Don Alberto Cuevas, que acudió sustituyendo al obispo de la Diócesis Tui-Vigo, Don Luis Quinteiro Fiuza. Cerca de las 13 horas llegó el gran momento, la imagen de San Benito salió en procesión realizando su recorrido habitual. Tras rodear la iglesia regresó a su interior seguida por una comitiva considerable de fieles.  

Los devotos aprovecharon durante todo el día para hacer sus ofrendas, los exvotos y adquirir el ungüento medicinal con el que curar afecciones cutáneas, principalmente verrugas, pero también para pasar un rato en compañía de vecinos, asistir a los actos litúrgicos y aprovechar el sol y las agradables temperaturas imperantes durante casi toda la jornada. El balance obtenido a final del día fue más que satisfactorio, teniendo en cuenta que la celebración en honor al salto precede a la fiesta religiosa por excelencia de verano. Con todo, la parroquia recibió estampas, libros, medallas así como otros objetos relacionados con San Benito. También ramos de flores, velas y ceras. No faltaron los huevos ni tampoco el aceite milagroso, al que se le atribuyen cualidades medicinales, entregados a los feligreses a cambio de la voluntad. La celebración se desarrolló como una festividad en toda regla con puestos de venta de productos en salazón, pan, chorizo o dulces, entre otros, con un ambiente que no fue más que ir en aumento. El momento álgido llegó en la misa de las 17,30 horas con un público diez veces mayor que en la primera ceremonia del día. 

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