Expertos avalan la falsedad de los ‘Degas’ robados en Nigrán

Los hechos se produjeron supuestamente en febrero, en una vivienda de Monteferro en Nigrán.
photo_camera Los hechos se produjeron supuestamente en febrero, en una vivienda de Monteferro en Nigrán.
La búsqueda habría sido suspendida a petición del juez tras recibir el informe realizado por el museo madrileño Thyssen-Bornemisza a partir de las fotografías facilitadas por el denunciante 

El supuesto robo de dos obras del pintor impresionista francés Edgas Degas en un chalé de Monteferro en Nigrán bien valdría como hilo conductor de una obra de ficción, pero todo apunta a que todo quedará en una curiosa anécdota. Según avanzó el medio digital Telemariñas, el desenlace de los hechos confirmaría un secreto a voces después de que varios expertos del Museo Thyssen-Bornemisza avalasen la falsedad de las piezas tras analizar las fotografías facilitadas por el denunciante a la Guardia Civil el pasado mes de febrero. Al parecer, el informe elaborado a petición del Juzgado de Instrucción 4 de Vigo motivó la supensión de la investigación al tratarse de unas reproducciones que carecen de valor, aunque por otro lado tampoco quedó claro si en realidad el robo llegó a producirse.   

Que dos piezas valoradas en millones de euros se encontrasen en una vivienda inacabada, sin alarma, colgadas en la pared de una habitación y que el lugar por donde los supuestos ladrones de guante blanco habrían accedido al inmueble no mostrasen señales de forzamiento suena ya de por sí rocambolesco. Un relato forzado si se tiene en cuenta la posibilidad de la existencia de estas obras en estas condiciones en un pequeño municipio gallego y que no convenció a los investigadores, que desde un primer momento tuvieron serias dudas de la versión dada por IGL.

El denunciante, natural de Ourense, de O Pinto, tenía una carrera deportiva en el mundo del ciclismo muy prometedora allá por los 70 y todavía mantiene intensas relaciones con personalidades de la modalidad en Porriño y Ponteareas. Fuentes cercanas a este diario mantienen que se trata de un coleccionista privado que lleva dedicándose a esta actividad desde hace décadas. Según aseguran, sobre IGL pesa un pasado ajetreado, hasta el punto de que, según relatan, se vio envuelto en varios casos turbios, el primero en la década de los ochenta por un supuesto caso de falsificación de dinero, además de estar involucrado en una trama de venta de motores náuticos que supuestamente estarían destinados a nutrir de potencia a planeadoras para actividades de dudosa legalidad. Desde 1.994 figura como titular de una empresa dedicada a la promoción inmobiliaria y de ahí sus numerosos viajes. Precisamente, su versión estriba en que los hechos se habrían producido mientras se encontraba fuera por negocios y no fue hasta regresar cuando se percato de la falta de los dos cuadros.

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