Cultura y arte por los cuatro costados, así es '7ª Onda'
La asociación fundada en 2020 se presenta tras la pandemia como alternativa a todo lo preestablecido en la comarca
La Asociación 7ª Onda se presenta en la comarca como un proyecto alternativo, multidisciplinar y en el que cualquier planteamiento nuevo o rompedor es bienvenido. No se trata de una agrupación cultural al uso, su plantemiento, disposición, estética y filosofía escapan a los formatos habituales. Llegan con multitud de ideas llenando de vida unas galerías que hasta hace pocos meses levantaba sus verjas solo en horario comercial. Desde la sala Fervello situada en la calle Carabela Pinta Nº19 se atrinchera un grupo de artistas abanderados por multitud de obras que copan los escaparates de un antiguo local comercial con el color desbordando a borbotores se mire donde se mire y formas producto de una creatividad que choca frontalmente con lo rutinario. Y es que desde la infinidad de maneras de expresar el arte, esta es sin lugar a dudas la más alternativa de las existentes en el Val Miñor, incluso se podría calificar como única.
Sobre un túnel agonizante, apagado, muerto y casi sin vida nace una luz que ahora abre un abanico de combinaciones muy amplia. Un grupo de obras dispuestas de manera aleatoria por el pequeño centro comercial de formato antiguo sirve de antesala a lo que se encuentra pocos metros más allá, una vez delante del local cualquier persona con un poco de inquietud se dará cuenta de que se trata de un lugar diferente y con personalidad propia.
Una procesión de pequeñas esculturas de Víctor Lorenzo talladas a golpe de motosierra presiden sus cristaleras desde lo alto y en formación, como “monequiños” desnudos. Los collages de ‘Pavlo’ Orza se intercalan con pantallas en las que se exponen obras de arquitectura o tallas en metal y madera, un pequeño oasis dedicado a la psicodelia reserva un espacio al “Eterno fumador” de Yayo Quesada. Una ‘cunca’ de tinto o un bote de tomate Solís u otro de Tabasco reivindican que el arte pop no solo es cosa del gran Andy Warholl; pinturas con denominación propia acuñadas por David Quinteiro, hermano del artífice de esta nueva creación, Carlos Quinteiro Rendo “Bage”, arquitecto de profesión que hace un llamamiento a la captación de nuevos socios y de este modo prolongar su idea como una realidad en el tiempo. Gritos apaciguados con grandes dosis de Orfidal, bodegones, paisajes, o el mismísimo retrato de Jaime ‘Pinganillas’, una institución en el valle, sirven como una pequeña presentación de lo que se está tramando de puertas para adentro. El catálogo lo completan artistas como Merchi Campos ‘Yeyé’, J. Costas ‘J’, Santi Riera, Forti, ‘Tremze’, Jesús Lafuente, Juan Alberto Abia o ‘Civi’, entre otros. La música suena constantemente a un volumen agradable, los sofás bajo una luz tenue, varios ordenadores, una mesa corrida y una pequeña barra invitan a sugerir al amparo de decenas de obras colocadas dentro de un caos ordenado.
Contenido patrocinado
También te puede interesar