Sol, temperaturas por las nubes y playas abarrotadas de bañistas. Esta es la tónica que se repite en Nigrán en todos y cada uno de los veranos desde tiempos inmemoriales en un municipio que presume de tener unas de las mejoras playas de las Rías Baixas. Este ‘orgullo’ se ha venido enturbiando por capítulos puntuales de contaminación en los últimos años que afectan a uno de sus buques insignia, el arenal de Playa América. En concreto en la desembocadura del Muíños, aunque parece que las actuaciones realizadas por el Concello en el 2020 sumadas a deficiencias subsanadas por técnicos de Augas de Galicia en el marco de sus inspecciones rutinarias en puntos como Vilameán en el 21 están dando sus frutos.
A unos 150 metros del entronque del cauce fluvial con la zona de baño, Sanidade toma las mediciones quincenales una vez da por comenzada la temporada de baños y hasta ahora los niveles de contaminación están muy por debajo de los límites ‘preocupantes’, lo que constata la buena calidad del agua. Los últimos resultados publicados a fecha 28 de junio sitúan las concentraciones de escherichia coli en tan solo 10 NMP/100ML, o lo que es lo mismo: 80 veces por debajo del límite. Este dato es muy similar a los reflejados en los análisis de concentración microbiológica en Panxón (9 NMP/100ML) en donde la catalogación en términos de calidad es ‘excelente’. Con todo, la de Lourido lleva varias temporadas con la clasificación ‘buena’ pero esto no quiere decir que el agua esté contaminada. Para establecer los baremos, el Sergas se sirve de los resultados obtenidos en los últimos cuatros años y aquí las analíticas se vieron alteradas puntualmente por diversos eventos, entre ellos la avería de la estación depuradora, al menos en 2017, 2019 y 2020 y es por esto porque su catalogación se mantiene por debajo de la excelencia. En este sentido, fuentes municipales aclararon, para de este modo evitar cualquier confusión que pueda surgir, que el cartel que prohíbe el baño en los meandros del Muíños no responde a motivos de salud sino más bien medioambientales, al ser una zona de protección de fauna y flora
Estos inconvenientes coincidieron a su vez con la rotura del emisario a 500 metros de la costa. Aunque esto no debería de afectar a la contaminación, ya que en teoría y siempre y cuando no se produzca un fallo en el sistema las aguas procedentes de la EDAR están tratadas, lo cierto es que cinco años después los problemas persisten ante un conflicto de competencias. Mientras la Xunta asegura que las instalaciones de depuración son de titularidad municipal, el Concello mantiene que no es de su competencia al estar adscritos a un convenio colaborativo por el que la Administración se encarga de su gestión.
