Sorpresa en las obras de rehabilitación del molino de Porto do Molle. El movimiento de tierras y limpieza de matorrales y lama reveló una cuarta arcada en la zona del infierno (por donde circula el agua) y dos muros de piedra tradicionales en el exterior en forma de 'L'. Estos nuevos elementos de los que no se tenía constancia y de gran valor patrimonial modificarán el proyecto inicial para que queden a la vista, recuperándose de pleno a originalidad de esta infraestructura.
Situado en pleno parque empresarial a un lado del río Muíños y en estado ruinoso desde hace más de 30 años pese a su gran valor histórico y etnográfico, la construcción volverá a funcionar con fines didácticos en un plazo de 5 meses y tras una inversión de 238.370 euros por parte del Ayuntamiento. El objetivo es repararlo respetando al máximo su originalidad y ponerlo en marcha mediante la reposición de los mecanismos actualmente desaparecidos y de la disposición de un nuevo canal hidráulico.
Esta restauración, además de implicar un estudio histórico y control arqueológico de la misma, supone reponer y acondicionar la envolvente del edificio, restaurar la edificación e infraestructuras hidráulicas y, finalmente, recuperar y reponer los elementos ya inexistentes de roturación y trituración. Así, en la sala correspondiente al propio molino se plantea una intervención mínima instalando una cubierta de madera de castaño con cerchas y correas, tal y como tradicionalmente se hacía, y, adicionalmente, en el suelo se repararán las grandes losetas de granito que estén deterioradas. En la habitación que era vivienda o almacén se creará una pequeña sala de exposiciones o multiusos con un sistema estructural moderno a base de madera laminada y tirantes de acero, y además, se instalarán dos aseos.