La alerta naranja en el litoral de las Rías Baixas dejó ayer rachas de viento que alcanzaron los 90 kilómetros por hora en Baiona y Oia. El aviso, que estaba fijado entre las 9 y las 12 de la mañana apenas produjo incidentes salvo el de un mariscador que, a bordo de su embarcación ligera, sufrió la potencia del oleaje en ese momento y vio cómo su barco volcaba, cayendo al mar. La fortuna se alió con el trabajador. Su situación fue alertada por los vigilantes que en aquel momento se encontraban por la zona del puerto baionés, donde sucedió el incidente, ofreciendo auxilio a la víctima que ya se encontraba nadando en dirección a tierra. Poco después, y ya aliviado tras el susto vivido en el mar, el mariscador, junto con un compañero de profesión, remolcaron la embarcación dañada hacia el puerto.
Tras esa franja horaria, la alerta desapareció de las Rías Baixas ante la mejora del tiempo, aunque se situará en el nivel amarillo durante el día de mañana entre las 3:00 y las 6:00 horas. En la zona de Baiona y Oia es muy habitual encontrar ráfagas de viento de cierta importancia una vez se acercan los temporales. Los 90 kilómetros por hora registrados en Oia fue el dato más elevado ayer en la provincia de Pontevedra, aunque esa zona llega a alcanzar los 120 kilómetros por hora. Sin ir más lejos, el pasado martes, también con alerta naranja en el litoral, la estación de Oia registró una máxima de 117 kilómetros por hora. Las precipitaciones también fueron abundantes. Durante todo el día se llegaron a los 40 litros por metro cuadrado en Baiona.
