La absorción de carbono en Vincios, un proyecto emergente

La reforestación que se está llevando a cabo no es tarea sencilla al ubicarse en laderas de gran pendiente. Aquí trabajan media docena de empleados de una empresa externa y dos de la comunidad de montes, Jose Taboada y Basilio Vila. La zona estará lista para registrarla en el Ministerio en 3 meses.
photo_camera La reforestación que se está llevando a cabo no es tarea sencilla al ubicarse en laderas de gran pendiente. Aquí trabajan media docena de empleados de una empresa externa y dos de la comunidad de montes, Jose Taboada y Basilio Vila. La zona estará lista para registrarla en el Ministerio en 3 meses.
Los comuneros trabajan en una nueva área de 6.5 hectáreas, cuentan con 7 registradas. Disponen de 4.000 toneladas del gas que las empresas pueden adquirir para compensar emisiones

Los proyectos de absorción carbono o sumideros tienden a relacionarse con la absorción de CO2 que las masas forestales transforman en oxígeno durante el proceso de fotosíntesis. Sin embargo es un concepto que va mucho más allá, en la práctica sus troncos y raíces funcionan como auténticos almacenes de carbono y los montes de Vincios en esta materia son pioneros contando con un total de 7 áreas registradas en el Ministerio de Transición Ecológica. 

Esta actividad funciona como un complemento económico que contribuye directamente al monte, permitiendo a su vez que muchas empresas compensen sus emisiones si no son capaces de llegar a sus objetivos de reducción adquiriendo este gas por toneladas. La ‘transacción’, si se puede denominar así, no es que les resulte muy rentable puesto que su mantenimiento conlleva mucho trabajo de fondo, pero ayuda a estrechar lazos con entidades locales, que a través pequeñas aportaciones económicas contribuyen al entorno mientras la Comunidad de Montes aporta su granito de arena a frenar el calentamiento global. De este modo, cuando una empresa está interesada en adquirir carbono negocia con un contrato privado con la entidad que fija un precio de venta. El carbono de Vincios va dirigido al mercado voluntario, puesto que el obligatorio goza de precio preestablecido hasta el punto que cotiza en bolsa. Evega, la estación de viticultura y enología de Galicia, lleva tres años adquiriendo emisiones a los comuneros miñoranos, por supuesto en pequeñas cantidades. Su filosofía se inclina por este tipo de modelo para establecer un vínculo más a largo plazo para llegar a un grupo de sociedad más amplio. “Podríamos vender todas las reservas a un gran empresa como DHL pero ese no es nuestro fin”, explica Jose Taboada, uno de los coordinadores.  

Se trata pues de zonas peculiares y que van en aumento. Figuran en el Registro de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción del Ministerio y para poder darse de alta en su listado tienen que darse dos premisas. La primera, que venga motivada a partir de un cambio de uso del suelo; y la segunda, que se den por factores externos como los incendios. Sobre esta segunda casuística vertebra la iniciativa enmarcada dentro del proyecto “Vincios Verde”. En 2017 y con el 80% del suelo arrasado por las llamas pusieron sobre la mesa una serie de iniciativas y esta es una de las más singulares. La entidad gondomareña cuenta con el mayor número de proyectos de absorción. En la actualidad disponen de 4.000 toneladas del gas que podrán vender a un plazo 30-50 años vista. Para hacer esta estimación el Ministerio sirve de modelos o estaciones de plantación similares y con especies determinadas. No obstante, son objeto de auditorías quinquenales para comprobar y el cálculo estimatorio se corresponde con la realidad. Durante este tiempo solo pueden utilizar un 20% del total, en el momento de las pruebas si evidencian una producción menor les limitan la cota, pero si es mayor pueden deshacerse del sobrante. 

Los proyectos de absorción se distribuyen por diferentes puntos de la cordillera, alguno de ellos lugares como Piñeiro dos Pereirales con 15 Ha, Souto dos Foros da Raís con 4, Piñeiro das Devesas Vellas con 10, Bosque dos Nenos con 8, Auga da laxe con 6 o también en Piñeiros de Santa Lucía, entre otros.  La superficie total registrada asciende a 65 hectáreas con diferentes densidades de plantación y sumando una media de  50.000 árboles entre coníferas (Pinus Pinaster) y frondosas (Castanea Híbrida). En estos momentos trabajan en la implantación de otros 65.000 metros más con 900 castaños y a corto plazo tienen la intención de llegar a nueve unidades. Por el momento están reforestando, en cuanto rematen esta nueva zona muy próxima al merendero, que pasara a llamarse “Castiñeiros dos Pereirales”, la darán de alta en el Ministerio. Cuentan con que tendrán todo a punto dentro de tres meses. La iniciativa que están llevando a cabo con ejemplares micorrizados de “castanea hídrida” es posible gracias al acuerdo pactado con la empresa asentada en Pontevedra Hifas Foresta, que les permite hacerse con unidades de cierta entidad o tamaño a precio razonable que plantan en un marco de 8x8 metros. El objetivo aquí también cumple un papel protector en caso de incendio, funcionando con franjas verdes a ambos márgenes de la pista. Actualmente, trabajan dos miembros de la comunidad de montes y media docena de trabajadores de una empresa contratada, que plantan manualmente todos y cada uno de los árboles. 

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