VIGO: UNIVERSIDAD

El virus, visto desde todo el mundo

Sonia Bellón desde Sidney
photo_camera Sonia Bellón desde Sidney
Antiguos estudiantes de la Universidad que trabajan fuera de España participaron en una iniciativa del Observatorio de titulados para contar su experiencia personal sobre la pandemia en los países en que residen

Entre el 13 de marzo y finales del mes de abril, más de medio centenar de personas tituladas por la Universidad de Vigo participaron en una iniciativa del Observatorio de titulados de la institución académica, con el objetivo de que, a través de una pequeña crónica escrita, los antiguos alumnos pudieran relatar su experiencia personal sobre la pandemia desde los países en los que trabajan o viven en este momento. Durante algo más de un mes, el Observatorio que dirige Luis Espada recibió, desde 26 países de los cinco continentes, los relatos de un total de 55 personas tituladas en todos los ámbitos del conocimiento por la Universidad de Vigo y que en están desarrollando su carrera profesional en el extranjero. Alemania es, con diferencia, el país desde el que llegaron más escritos, un total de 11; seguido del Reino Unido, con ocho; Portugal con cuatro y Bélgica, Italia y Noruega con tres, y partir de ahí, una sucesión de lugares hasta sumar 26 del total de 73 países del mundo donde el Observatorio constató la presencia y contactó con antiguas y antiguos alumnos de la Universidad de Vigo. “Cada una de las crónicas recibidas aporta, de forma desinteresada, una visión en primera persona de cómo el mundo está experimentando esta crisis global, inaudita en la historia de la humanidad, por su dimensión en los ámbitos sanitario, económico y social”, explica Luis Espada, director del observatorio”.
 Desde Sidney, la licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos Sonia Bellón relataba a principios del mes de abril que “como HSE business partner en el departamento de Seguridad, Salud, Ambiente y Calidad en el estado de Nueva Gales del Sur y del Australian Capital Territory en Schneider Electric, la Covid-19 me afecta muy de lleno, ya que parte de mis tareas es velar por la seguridad y salud de nuestros empleados. Luego, la ingeniera que vive en Sydney confirmaba que había 5.224 casos y 23 personas fallecidas y que el gobierno australiano había implementado medidas de seguridad, cerrando casi todo como en España, excepto centros de salud, hospitales, supermercados y otro servicios básicos. “Tenemos que permanecer en la casa y la mayor diferencia en comparación con España es que aquí se le está permitido salir de la casa para hacer ejercicio, siempre y cuando en él vayan más de dos personas juntas”, relataba Bellón.
 Por su parte, desde la región de Baja Sajonia en Alemania, Ana Carracelas describía al inicio del mes de abril las diferencias en las medidas de confinamiento entre unas zonas y otras del país, aplicándose las más restrictivas en el estado federado de Bayern y en el de Baden- Württemberg. En ese rato, la licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Vigo en el año 2004, relataba el cierre de centros educativos a todos los niveles, reducción en los  horarios de los medios de transporte e implementación de nuevos protocolos en el sistema sanitario. “En el sector laboral también se adoptaron diversas medidas. Por un lado, el teletrabajo y por el otro jornadas laborales en función de la carga de trabajo, y debido al descenso de producción en algunos de los sectores, las empresas aplican el Kurzarbeit (el gobierno paga el 60 o 67% del salario de las horas no trabajadas), para evitar el cierre de las mismas”, explica Carracelas.
  El ingeniero técnico en Informática de Gestión Juan Álvarez manifestaba a comienzos del mes de abril su preocupación por la evolución al alza de los contagios registrados hasta ese momento en Tokio. “La situación a día de hoy no es mala, pero en los últimos días hubo uno te reponen en los contagios debido a las fiestas de los cerezos en flor, una de las tradiciones más importantes en Japón que junta a millares de personas cada año”, explicaba el informático. Juan Álvarez, que reside en la capital del Japón desde el año 2017 y trabaja como solution architect en MediaKind Global, recordaba que en el país no había medidas estrictas de cuarentena, sino únicamente recomendaciones por parte del gobierno.
En Belém, donde ejerce de profesor titular en la Universidad Federal del Pará, en Brasil, en general, el diplomado en Relaciones Laborales Carlos Cernadas aseguraba que la pandemia estaba marcada en las primeras semanas de abril por una preocupante triple crisis: sanitaria, económica y política. “La posición oficial del gobierno está fragmentada: mientras el presidente y algunos ministros insisten en desaconsejar el aislamiento, el vicepresidente, los otros ministros y la cúpula militar defiende la necesidad de tomar medidas para limitar el contacto social. Este conflicto lleva a la inacción del gobierno central y por eso, los gobernadores y los alcaldes están adoptando, en sus ámbitos de gestión, las medidas necesarias para limitar el movimiento de las personas”, relataba, el también doctor en Lingüística.
Cuando el ingeniero industrial, que trabajan en cooperación internacional, Gonzalo Bello remitió su crónica desde Mozambique la finales del mes de marzo, en el país africano se habían detectado solo tres casos de contagio por coronavirus, pero él manifestaba abiertamente su preocupación ante lo posible incremento en el número de personas infectadas, porque “el sistema de salud es muy endeble, tanto en infraestructuras como en capacidades humanas, logísticas y servicios de mantenimiento.
 Licenciado en Administración y Dirección de Empresas en el año 2001, Benard Comesaña trabaja en Miami, donde la finales del mes de marzo eran notables las medidas adoptadas por ese condado de EEUU para frenar el avance del virus, con un caso en el edificio en el que trabaja el titulado de la Uvigo. “Por seguridad, desde el 16 de marzo, se decidió que trabajaría desde la casa y a partir del  19 el condado de Miami ordenó el cierre de establecimientos no esenciales, así como de negocios de restauración, que sólo podían operar para servicio a domicilio o recogida de comida en el propio local”.

Sonia Bellón desde Sidney

AD80

AD79

Sonia Bellón desde Sidney, Ana Carrecelas desde Alemania y Carlos Cernadas en Brasil participaron con su propio relato.

AD78

AD76

AD68

Sobre estas líneas, Gonzalo Bello que reside en Mozambique; Juan Álvarez, Tokio; y Bernard Comesaña, en Miami.

Te puede interesar