Hacerse notar aún más en la sociedad viguesa para convertirse en un referente a nivel europeo. Ese es el objetivo principal al que apunta Miguel Ángel Correa, director del Centro de Investigaciones Biomédicas (Cinbio) de la UVigo, que visitó recientemente Atlántico TV.
A lo largo de la trayectoria del Cinbio, ¿qué hitos más relevantes destacaría?
Somos un centro muy particular. Tenemos dos áreas: la nanociencia y la biomedicina, y tratamos de combinarlas para desarrollar proyectos científicos en la frontera del conocimiento. Ahora mismo estamos tratando de trasladar estos avances a la sociedad. Aunque ya somos un centro de referencia, queremos competir con los mejores del mundo. Para eso tenemos que crear un ambiente agradable para los científicos. No podemos competir en salarios pero sí en creatividad, iniciativa y captación de gente joven que quiere hacer cosas diferentes.
¿Cuáles son los proyectos más destacados que se encuentran desarrollando?
Combinamos especialidades como física, química, matemáticas o telecomunicaciones para generar aplicaciones. Destaca entre ellas un proyecto de Isabel Pastoriza que trata de desarrollar un sensor para detectar el cáncer de pulmón en etapas tempranas. Se trata de un proyecto europeo de más de tres millones de euros que ella lidera. También tenemos otro sensor para detectar alzheimer o un grupo que está secuenciando el Sars-CoV-2 para estar al día de las nuevas variantes.
La pandemia dejó ver la necesidad de ampliar conocimientos en este campo. ¿Qué papel jugó y juega el Cinbio en este contexto?
Tenemos grupos que trabajan en ciencia puramente biomédica, es decir, desarrollar vacunas o identificar enfermedades raras; pero también tenemos la parte fundamental para combinarla con ella, que son las nanociencias. Estas permiten desarrollar herramientas que puedan ser utilizadas para hacer sensores. Sin ir más lejos, los tests de antígenos y anticuerpos del covid están diseñados a base de nanopartículas. De hecho, tenemos un proyecto en el centro de detección más precisa del covid. También estamos trabajando en unas lentillas que puedan tener incorporados sensores que identifiquen ciertas patologías. Ese tipo de tecnología la podemos aplicar gracias al conocimiento de los nanomateriales, que es lo que nos hace diferentes a todos los centros que hay en Galicia y gracias a lo que podemos competir internacionalmente.
¿Los fondos europeos ayudarán a dar un salto de calidad?
Por el momento, la cosa no está muy clara, pero por lo que veo, en Galicia están enfocados a soluciones inmediatas a la industria. Así, no tienen una influencia tan directa en centros de investigación. Sin embargo, puede haber proyectos de colaboración entre la industria y la investigación y eso es lo que estamos buscando ahora mismo para enfocar las líneas del centro y darle valor, aportar más a la sociedad.
¿En qué posición se encuentra Galicia dentro de este campo?
A nivel de España tiene una posición destacada. En Galicia hay una masa crítica en el ámbito de la biomedicina. Pero para competir internacionalmente hace falta un empuje y colaboración entre todos. No competimos entre nosotros mismos, sino con la gente de fuera. Tenemos que ayudarnos entre todos: centros de investigación, centros tecnológicas y empresas. Esa red de colaboración hay que fomentarla.
Entonces, ¿por dónde pasa el futuro del Cinbio para llegar a ser referente europeo?
Primero, nosotros tenemos gente muy buena reconocida internacionalmente y esperamos tener aún más el año que viene. Además, el Cinbio tiene que dar el salto a la sociedad. Aparte de ser muy buenos científicamente, tenemos que hacérselo ver a los ciudadanos. Para que tengamos un centro muy potente, la sociedad tiene que reconocerlo a nivel local. Queremos generar un ambiente de una ciudad en la que se respire ciencia y se valore. Con eso podemos convencer a un investigador joven para que venga. Por otro lado, las alianzas internacionales van a jugar un papel importante. Tenemos un convenio con el centro ibérico de nanotecnología en Portugal y buscaremos colaboraciones con Israel para dar un salto internacional y competir. Nosotros vamos a aportar a la sociedad doctores muy bien formados, especialistas. El doctorado será fundamental en la industria del futuro. Generaremos personal altamente cualificado en nuestras áreas de conocimiento y yo creo que ese es uno de los valores más importantes que podemos darle a la sociedad.
