Dos alumnos de la UVigo, en el CERN

Pablo Chedas y Manuel Valle.
photo_camera Pablo Chedas y Manuel Valle.
Dos alumnos de la UVigo trabajan en el centro suizo gracias a su paso por la misión espacial de la institución

Pablo Chedas y Manuel Vale son dos alumnos de la UVigo que actualmente se encuentran trabajando en el CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear) como ‘Technical Students’, esto es, un contrato de un año en el que los becados –la mayoría de carreras de ingeniería– tienen la oportunidad de integrarse de lleno en uno de los proyectos de investigación de este centro. Aunque sus carreras profesionales siguen caminos completamente diferentes –Pablo estudia Ingeniería Electrónica y Manuel, Teleco–, ambos coinciden en una cosa: no habrían llegado al CERN si no hubieran pasado por UVigo SpaceLab. 

 

 

“Yo de pequeño ya tenía interés en las actividades que se desarrollaban en el CERN, y al estudiar una ingeniería me di cuenta de la magnitud de los sistemas tecnológicos que tienen ahí”, señala Pablo, que lleva ya algo más de medio año allí. Comenta que el proceso de selección es muy complejo, tanto que “nos contaron que en nuestra convocatoria hubo unas 10.000 solicitudes para 180 seleccionados”. Comienza con enviar el currículum al CERN para luego tener una ‘entrevista asíncrona’ en la que el aspirante se graba respondiendo unas preguntas, que se envían a los futuros supervisores. Si se superan ambos pasos, dichos supervisores conciertan una entrevista cara a cara. “Esto te garantiza que la persona que te va a supervisar tiene interés en tu perfil porque ellos te seleccionan personalmente”, matiza el estudiante. “A la hora de la selección, aunque esto no lo sabes de antemano, valoran más la experiencia por encima de los estudios, pero como la beca sólo es válida si estás vinculado a una universidad, mi experiencia en UVigo Spacelab fue decisiva”, asegura el joven ingeniero.

Sobre la vida en el campus de este gran centro de investigación, Pablo indica que “es una experiencia muy enriquecedora”, con clubes de vela, baile, natación y otros intereses lúdicos. Además, la flexibilidad de los horarios permite disfrutar de la vida social allí. 

Por su parte, Manuel disfrutó antes de la experiencia como ‘Summer Student’ en el CERN, que consiste en un período de unas 13 semanas de carácter multidisciplinar en el que se recibe formación relacionada con varios proyectos del centro. “Como Summer Student estuve trabajando con detectores de gas, principalmente en la electrónica de lectura, y ahora, como Technical Student, trabajo en la gestión automática del firmware para la parte de control del sistema de radiofrecuencia que controla los aceleradores”, detalla el estudiante.  Vale asegura que “lo más importante a la hora de ser seleccionado es tener suerte”, pero “el hecho de haber estado en el SpaceLab durante dos años –es uno de los cofundadores– ayudó mucho”. Para él, trabajar en la misión espacial de la UVigo fue capital: “En la carrera estás siempre con la misma gente, pero en proyectos como este tienes un grupo más multidisciplinar, tener esa expereincia previa hace tu currículum mucho más atractivo”. 

Manuel estará como Technical Student hasta diciembre y después se graduará en Telecomunicaciones. Tras esto, volverá a probar suerte en el CERN. “Lo bueno de esta institución es que tiene el programa más pensado de cara al desarrollo profesional, puedes progresar saltando de contrato en contrato”, destaca.

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